Joe «Hipo Joe» podría decir perfectamente que ha vuelto a nacer, y es que después de que empezara a arder su Ford Mustang GT350 a nada menos que 160km/h en el circuito de Roebling Road -situado en el estado de Georgia- es realmente asombroso que haya salido sin apenas algún rasguño y con el coche prácticamente intacto salvo la parte trasera que ha quedado así…
Al parecer este modelo incorporaba diversas modificaciones que no eran de fábrica, y en un momento determinado un fallo en el motor provocó un derrame de aceite que al entrar en contacto con algún elemento demasiado caliente empezó a arder convirtiendo este pony car en una auténtica bola de fuego sobre ruedas.
Según cuenta el propio conductor, el anillo de retención del aceite falló y cuando el coche se movía a una velocidad de unos 100 kilómetros por hora la parte trasera comenzó a arder. El aceite filtrado se incendió casi al instante, lo cual produjo unas imágenes tan espectaculares como las que podemos ver aquí.
Como consecuencia de ello los frenos quedaron totalmente inutilizados y el pánico comenzó a aumentar ante la preocupación de cómo frenar el coche a tan alta velocidad sin acabar siendo consumido por las llamas. Afortunadamente pudo encajar primera y dejar que el coche se desacelerara hasta frenar por completo, justo en ese momento ya tenía esperando a todo el equipo con extintores y Joe «Hipo Joe» pudo salir del coche ileso, aunque el coche quedara calcinado en la parte trasera, un milagro en toda regla.
¿Fiabilidad americana?