A lo largo de la historia del automóvil siempre hemos visto una carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. En otras épocas, los motivos de competencia entre los fabricantes de automóviles pasaban por el diseño o la potencia, pero el Siglo XXI va a estar claramente marcado por la obsesión por el consumo y la contaminación.
La Unión Europea viene pisando fuerte y no hay más que echar un vistazo a las noticias de los últimos años para darse cuenta de que la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte. Esto ha dado lugar a las múltiples alternativas a los vehículos de combustión tradicionales que podemos encontrar en el mercado.
Si bien todavía queda mucho para ver el fin del diésel o de la gasolina, los fabricantes se tienen que poner las pilas para cumplir con unas normas anticontaminación cada vez más estrictas. Y ojo, eso tampoco quiere decir que todos deban hacer solo coches eléctricos – todavía son muchos los cambios necesarios para que el parque móvil pueda ser 100% eléctrico.
Lo que está claro es que el año 2020 marcará un punto de inflexión en la industria del automóvil. A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que un gran número de fabricantes han anunciado que para este año tendrán diversas variantes electrificadas dentro de su gama, así como otros modelos de combustión totalmente renovados en lo que a mecánicas se refiere.
No se trata de una casualidad ni mucho menos, sino de la entrada en vigor de la nueva normativa de la UE en materia de emisiones. Los automóviles son los responsables de alrededor del 12% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) de la UE, el principal gas de efecto invernadero, y en el Viejo Continente se han propuesto acabar con él.
Si bien los eléctricos puros no encajan en las necesidades y el presupuesto de una gran mayoría de particulares, los coches híbridos parecen ser la alternativa intermedia más atractiva por consumos, eficiencia y coste. De hecho, este año vamos a ver lanzamientos con estas mecánicas a punta pala.
Sin embargo, no debemos caer en el error de pensar que solo vamos a obtener bajos consumos y unas emisiones reducidas con un coche híbrido, híbrido enchufable o de GLP/GNC. Nada más lejos de la realidad, las mecánicas diésel o con hibridación suave (mild hybrid) también pueden ser una gran opción.
Al fin y al cabo, los factores que permiten reducir los consumos y las emisiones son la aerodinámica, un peso reducido y un motor eficiente, así que los fabricantes tratan de aunar los tres en sus productos más novedosos para ofrecer una alternativa a todos aquellos que no quieren o pueden permitirse un híbrido, generalmente algo más caros.
El Toyota Yaris es uno de los híbridos urbanos por excelencia y, aprovechando que se lanzará la nueva generación en unos meses, es un buen momento para hacerte con uno por menos de 13.000 euros.
Los coches que menos consumen
En la siguiente tabla puedes encontrar los coches que menos consumen y contaminan de nuestro mercado. Hemos dejado fuera los modelos híbridos-enchufables, ya sus buenas cifras de consumo solo son válidas para aquellos que disponen de un enchufe para cargarlo. Pincha sobre cada modelo para obtener más información.
Modelo | Tipo mecánica | Potencia | Consumo combinado WLTP | Emisiones WLTP |
Citroën C3 BlueHDi 100 | Diésel | 99 CV / 73 kW | 4,3 l/100 km | 112 g/km de CO2 |
Dacia Sandero Blue dCi | Diésel | 95 CV / 70 kW | 4,4 l/100 km | 115 g/km de CO2 |
Fiat 500 1.0 Hybrid | Mild hybrid | 71 CV / 51 kw | 5,3 l/100 km | 120 g/km de CO2 |
Ford Fiesta 1.5 TDCi | Diésel | 86 CV / 63 kW | 4,9 l/100 km | 124 g/km de CO2 |
Ford Mondeo Hybrid | Híbrido | 186 CV / 137 kW | 5,1 l/100 km | 127 g/km de CO2 |
Hyundai IONIQ Híbrido | Híbrido | 141 CV / 63 kW | 4,3 l/100 km | 100 g/km de CO2 |
Kia Niro 1.6 HEV | Híbrido | 141 CV / 63 kW | 4,8 l/100 km | 104 g/km de CO2 |
Lexus CT 200h Eco | Híbrido | 136 CV / 100 kW | 4,8 l/100 km | 108 g/km de CO2 |
Lexus UX 250h 4×2 Eco | Híbrido | 184 CV / 135 kW | 5,3 l/100 km | 120 g/km de CO2 |
Mazda2 1.5 M Hybrid | Mild hybrid | 90 CV / 66 kw | 5,3 l/100 km | 120 g/km de CO2 |
Opel Corsa 1.5D | Diésel | 102 CV / 75 kW | 4,1 l/100 km | 107 g/km de CO2 |
Peugeot 208 BlueHDi 100 | Diésel | 102 CV / 75 kW | 4,1 l/100 km | 107 g/km de CO2 |
Renault Clio Blue dCi | Diésel | 85 CV / 63 kW | 4,2 l/100 km | 109 g/km de CO2 |
SEAT Ibiza 1.6 TDI | Diésel | 95 CV / 70 kW | 4,6 l/100 km | 121 g/km de CO2 |
SEAT Ibiza 1.0 | Gasolina | 80 CV / 59 kW | 5,3 l/100 km | 122 g/km de CO2 |
Suzuki Ignis 1.2 SHVS | Mild hybrid | 90 CV / 66 kW | 5,2 l/100 km | 120 g/km de CO2 |
Suzuki Swift SHVS | Mild hybrid | 90 CV / 66 kW | 5,0 l/100 km | 113 g/km de CO2 |
Toyota C-HR 125H | Híbrido | 122 CV / 90 kW | 4,8 l/100 km | 109 g/km de CO2 |
Toyota Camry | Híbrido | 218 CV / 160 kW | 5,3 l/100 km | 119 g/km de CO2 |
Toyota Corolla | Híbrido | 122 CV / 90 kW | 4,3 l/100 km | 97 g/km de CO2 |
Toyota Prius | Híbrido | 122 CV / 90 kW | 4,1 l/100 km | 94 g/km de CO2 |
Toyota Yaris Hybrid | Híbrido | 101 CV / 74 kW | 4,7 l/100 km | 106 g/km de CO2 |
VW Polo 1.6 TDI | Diésel | 95 CV / 70 kW | 4,8 l/100 km | 127 g/km de CO2 |