Los que siempre han buscado el pináculo de la marca de alto rendimiento de Affalterbach, han tenido a su disposición los Black Series, modelos que representaban lo último en rendimiento AMG.
Pocos modelos pueden igualar la exclusividad, la rareza y el rendimiento optimizado para la pista de los modelos AMG Black Series.
Uno puede pensar en la Black Series como los modelos de producción limitada más extrovertidos, más centrados en la pista y más exclusivos de AMG.
Desde el primer modelo, el SLK 55 Black Series, esta insignia ha mejorado aún más los modelos de rendimiento ya excepcionales de AMG, modificando mecánicas, chasis y su aerodinámica para optimizar el rendimiento y maximizar sus capacidades dinámicas.
Hasta la fecha, y a la espera del debut del AMG GT Black series que conoceremos mañana, solo cinco modelos especiales han usado la distintiva insignia Black Series.
Entre estos modelos encontramos el SLK 55 Black Series, el CLK 63 Black Series, el SL65 Black Series, el C63 Black Series y el SLS AMG Black Series.
A falta de conocer al último modelo de la Black Series, os dejamos una recopilación de los modelos que han equipado esta denominación desde su lanzamiento.
SLK 55 AMG Black Series
Se trataba de la máquina de alto rendimiento definitiva firmada por AMG. El roadster de AMG convertido en un auténtico corredor de pista de carreras.
Desarrollado en el AMG PERFORMANCE STUDIO inaugurado en 2006, el modelo contaba con un motor V8 AMG de 5.5 litros hecho a mano que desarrollaba 406 CV de potencia y 519 Nm de par motor.
El SLK55 AMG Black Series solo estuvo a la venta entre 2006 y 2007.
Entre las mejoras, el modelo contaba con un techo rígido retráctil que había sido reemplazado por una unidad fija aligerada. En total, estas y otras medidas ahorraron algo más de 45 Kg.
CLK 63 AMG Black Series
El diseño estaba inspirado en el DTM racing y el Safety Car de la F1 y contaba con un motor V8 AMG de 6.3 litros que desarrollaba 507 CV de potencia y 630 Nm de par motor.
El modelo estuvo disponible en 2008 y solo se produjeron 700 unidades.
Entre las mejoras, el CLK 63 AMG Black Series contaba con muelles helicoidales ajustables, supresión de banqueta trasera, carrocería ensanchada y muchos detalles de fibra de carbono.
SL 65 AMG Black Series
El buque insignia cabrio de la marca se trasformaba en una bestia gracias a una mecánica AMG V12 biturbo de 6.0 litros hecha a mano que desarrollaba 670 CV de potencia y 1000 Nm de par motor.
Disponible en 2009, el SL 65 AMG Black Series estaba limitado a 350 unidades.
Entre las mejoras nos encontrábamos con paneles de carrocería mejorados de plástico reforzado con fibra de carbono. El modelo perdió el techo rígido retráctil que ahora era sustituido por uno fijo aligerado.
C 63 AMG Black Series
Se trataba del Clase C más potente de todos los tiempos y es que debajo de su alargado capó nos encontrábamos con una mecánica V8 de 6.3 litros AMG hecha a mano que desarrollaba 517 CV de potencia y 619 Nm de par motor.
Disponible en 2013, solo se produjeron 800 unidades que entre otras mejoras contaban con una carrocería ensanchada, un sistema de frenos de alto rendimiento y una aerodinámica mejorada.
SLS AMG Black Series
Era la versión más extrema de los famosos SLS. Contaba con un motor V8 de 6.3 litros AMG hecho a mano que desarrollaba 630 CV y 634 Nm de par motor.
El modelo estuvo disponible en 2014 y entre las mejoras nos encontrábamos con que el vehículo estaba inspirado en el coche de carreras SLS AMG GT3 y reunía una combinación de diseño impresionante, una dinámica de conducción sobresaliente y una construcción ligera. Con un peso en vacío de 1550 kg, el SLS AMG Black Series logró una relación potencia / peso extraordinaria.