Si eres de los que suele comer en el coche, quizás quieras replantearte esa costumbre. El último estudio de Scrap Car Comparison, llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Biociencias de la Universidad de Aston, revela que nuestro vehículo puede estar más sucio que un inodoro promedio.
Para realizar el estudio, los investigadores tomaron muestras de dos inodoros utilizados durante 24 horas. Por otra parte, se estudiaron cinco vehículos de entre 17 y dos años de antigüedad. Los resultados son, cuanto menos, interesantes, sobre todo para conocer cuáles son las áreas más sucias de nuestro coche.
Las zonas más sucias de nuestro coche
El estudio revela que el maletero es, con diferencia, el lugar más sucio de nuestro coche. Sí, curiosamente es el lugar donde guardamos, por ejemplo, la compra del supermercado. En la investigación se descubrieron nada menos que 1.425 bacterias fecales en los maleteros, una cifra bastante elevada.
Es más, en todos los coches analizados el maletero excedía significativamente los niveles de contaminación bacteriana de un inodoro promedio. Le sigue en segundo lugar el asiento del conductor; así como la palanca de cambios, el salpicadero o el asiento trasero. La parte más limpia parece ser, curiosamente, el volante.
Lo más preocupante es que la gran mayoría de las superficies del vehículo analizadas contengan más bacterias que la taza de nuestro váter. Eso quiere decir que quizá no estemos limpiando el interior del coche como deberíamos. Lógicamente, los resultados muestran que, en general, la contaminación bacteriana se correlaciona con la edad del vehículo.
Los modelos más viejos utilizados para el estudio exhibieron una mayor carga bacteriana, así que si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, no olvides limpiarlo a fondo una vez sea tuyo. Estos fueron los resultados concretos del estudio:
- Maletero: 1.425 bacterias identificadas
- Asiento del conductor: 649 bacterias identificadas
- Palanca de cambio: 407 bacterias identificadas
- Asiento trasero: 323 bacterias identificadas
- Salpicadero: 317 bacterias identificadas
- Volante: 146 bacterias identificadas
¿Cuáles son los tipos de bacterias habituales en el coche?
- E. coli (Escherichia coli): se trata de un coliforme fecal (conocido como enterobacteriaceae), una bacteria del intestino que no tiene porqué ser mala.
- Pseudomonas (Pseudomonas aeruginosa): este es un organismo ubicuo que se encuentra en muchos lugares del medio ambiente. Es una especie bacteriana de creciente preocupación debido a su infectividad para humanos y animales.
- Bacillus (Bacillus subtilis): se puede encontrar en el tracto gastrointestinal de humanos y animales rumiantes. Normalmente no proviene del medio ambiente y, afortunadamente, no representa una amenaza para los humanos.
- Estafilococo Epi (Staphylococcus epidermidis): microbios de la piel que se encuentran en las manos. Pueden causar infecciones en personas inmunodeprimidas.
- Estafilococo aureus (Staphylococcus aureus): se encuentra en el tracto respiratorio superior (principalmente en la nariz), pero en raras ocasiones se puede encontrar en la piel. Es más probable que se asocien con tos y estornudos.
- Rhodotorula (Rhodotorula mucilaginosa): levadura ambiental (suelo, agua, leche, jugo de frutas…). En ocasiones puede causar infecciones en personas inmunodeprimidas.
¿Con qué frecuencia debemos limpiar el coche?
El Dr. Jonathan Cox explica que no debemos entrar en pánico e ir todo el día con el bote de gel hidroalcohólico en la mano. El objetivo del estudio no es otro que dar a conocer que la suciedad no siempre está visible y que podríamos hacer un mayor esfuerzo para mantener limpio nuestro automóvil.
En última instancia, se trata de mitigar el riesgo de enfermar. Es poco probable que comamos en el maletero del coche, pero a menudo consumimos alimentos en el asiento del conductor. El mejor consejo, lavarse las manos antes de comer. Además, saber dónde pueden residir los microorganismos nos hará replantearnos nuestros hábitos cuando conducimos.
Algunas recomendaciones que nos da el Dr. Cox son:
- Limpiar el interior del coche tanto como el exterior.
- No confíes solo en la apariencia, utiliza productos específicos y limpia a fondo.
- Usa un antibacterias para las partes más susceptibles de tener bacterias. También es recomendable limpiar la tapicería con cierta frecuencia.