Estamos viviendo una auténtica revolución de la movilidad que tiene como gran favorito al coche eléctrico. Este se anuncia a bombo y platillo como la única solución a todos nuestros problemas climáticos, pero habría que pararse a reflexionar acerca de las posibilidades de los ciudadanos una vez se prohíban otras alternativas. Sobre todo en materia de puntos de recarga.
La autonomía y el precio son indudablemente dos fuertes barreras de entrada al coche eléctrico para muchos usuarios. Sin embargo, los problemas no terminan ahí para nada menos que un 55% de potenciales clientes españoles de este tipo de vehículos. Como revela Idealista en un estudio, más de la mitad de las viviendas de España no cuentan con una plaza de garaje en propiedad.
El conocido portal inmobiliario señala que, aquellos usuarios que vivan en una vivienda sin una plaza de garaje en propiedad en la que instalar sistemas de recarga, tendrán dificultades de acceso a vehículos eléctricos para un uso diario. No les falta razón, aunque es cierto que en algunas ciudades existen aparcamientos para residentes o similares que disminuirían ese porcentaje.
De hecho, para la realización de este estudio se han analizado 1,3 millones de anuncios de vivienda que estuvieron publicadas en la base de datos de Idealista a lo largo de 2023, contabilizando aquellas que afirmaban contar con una plaza de garaje (independientemente de si suponía un precio extra, si era descubierta o si estaba en el mismo edificio). Por lo tanto, no hemos de tomar los datos al pie de la letra.
El problema de los puntos de recarga en España
Lo que está claro es que hay un número realmente elevado de ciudadanos que, por mucho que les gustaría, no van a poder disponer de un punto de recarga propio. Como indica el estudio, la disponibilidad de cargadores en domicilios variaría en función de la provincia. Destacan con más viviendas con garaje Málaga (64%), Pontevedra (61%), Guadalajara (56%), Valladolid (56%) o Lugo (55%).
Guipúzcoa, por su parte, marca el extremo contrario. Solo una de cuatro viviendas (el 25%) tiene garaje. Le siguen las provincias de Barcelona (30%), Vizcaya (30%), Jaén (32%), Córdoba (32%) o Madrid (40%), entre muchas otras. Si hablamos de las ciudades, Cádiz (13%), Barcelona (14%), Bilbao (21%), Valencia (23%), Huelva (25%), San Sebastián (26%) o Madrid (28%) están en la parte inferior del ránking.
¿Es la recarga pública la solución? No a corto ni medio plazo. Según revelan los últimos datos del ‘Barómetro de la Electromovilidad’ publicado por ANFAC, en 2023 había instalados en España un total de 25.180 puntos de recarga públicos. De ellos, solo el 26% tiene potencias superiores a los 22 kW y menos de 14.000 son urbanos. Todo eso sin hablar de los precios.
Pensemos, ¿cuántos cargadores públicos harían falta en un barrio tradicional de una ciudad como Madrid o Barcelona para poder suministrar energía a cada coche que aparca en la calle? ¿Qué potencia sería capaz de suministrar esa red para, además, suministrar energía al barrio completo? ¿Cuánto tiempo podría estar cargando cada coche y a qué precio?
Son solo algunas de las preguntas que deberían responderse antes de prohibir el resto de alternativas, salvo que el objetivo sea que no tengas un coche en propiedad, claro está.