A día de hoy no existe ninguna duda de que los neumáticos son uno de los elementos más importantes en la conducción, más aún teniendo en cuenta que es el único punto del vehículo en contacto con el asfalto. Un neumático en mal estado aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir un accidente, algo que se incrementa en condiciones de lluvia, nieve o huelo en la carretera.
Además, puede incrementar las emisiones y consumo de nuestro vehículo, por eso ahora, la Unión Europea quiere acabar para siempre con los neumáticos menos eficientes. Este medida entrará en vigor a partir del próximo 1 de noviembre de 2018, prohibiendo la venta de neumáticos de turismo y camioneta de clase «F» en resistencia a la rodadura y de clase «E» de camioneta con un coeficiente de resistencia a la rodadura superior a 9.
En el 2012, Michelin lanzó un nuevo sistema de etiquetado que clasifica el impacto sobre el consumo de carburante, y por lo tanto, sobre las emisiones de CO2: donde la clase «A» es el más eficiente y la «G» el que menos. Además de diferentes distancias de frenada, un neumático etiquetado con categoría «A» supone para el conductor un ahorro de carburante del 7,5% (0,5 l por cada 100 km), tomando como modelo un turismo que consume 7 l/100km.
Según el director de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos, José Luis Rodríguez, los neumáticos tienen «un papel esencial a la hora de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del tráfico por carretera«.
Un conductor en el momento de la compra, aparte del precio, debe tener en cuenta criterios tan importantes como: la vida útil en kilómetros (duración), el ahorro en el consumo de carburante y el número de reparaciones/sustituciones necesarias en el caso de un neumático de menor calidad. En el 2014 se prohibió la venta de neumáticos etiquetados con la «G» en resistencia a la rodadura y cuatro años después los de clase «F» y «E» se suman a esta prohibición.
Esta medida significa un paso más hacia la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, ya que recordemos, la UE acaba de establecer un nuevo límite de emisiones de CO2 para el año 2030. Con esta medida la Unión Europea quiere en el mercado solo haya a la venta neumáticos con la menor resistencia posible a la rodadura, lo que significa un ahorro inmediato de consumo y rebaja de emisiones.