En el segundo trimestre del año 1996 tuvo lugar la finalización de primera prueba de los que hoy en día conocemos como Euro NCAP. Un año después se presentaron los primeros resultados en una conferencia de prensa, seguida de una fuerte desaprobación de los principales constructores por su severo criterio de evaluación ya que creían imposible que un automóvil llegara a las 4 estrellas.
Hoy en día las cosas han cambiado, hay una guerra por ver que fabricante alcanza la mayor puntuación (5 estrellas) y es el momento de incrementar la dureza de las pruebas.
Con este tipo de resultados, queda claro, que cuando el grueso de los vehículos examinados consigue la máxima puntuación, es hora de complicar la obtención de estrellas. La protección de peatones debería de ser el siguiente caballo de batalla, empleando materiales y sistemas que minimizaran las lesiones lo máximo posible. Hace ya unos meses os hablábamos de la importancia de instalar sistemas que eleven el capó para mitigar las lesiones de los peatones en caso de atropello.
Euro NCAP considera que un mayor esfuerzo por parte de los fabricantes en la Seguridad y protección de los peatones podría salvar la vida de muchos peatones y anular el trauma emocional al que se enfrentan muchos conductores cada año por tener que vivir con las consecuencias de causar lesiones o acabar con la vida de un peatón.
En la actualidad, el impacto contra el peatón se divide en tres zonas de su cuerpo: cabeza, pelvis y piernas. Por otro lado, el frontal del vehículo se divide en diversa subzonas que comprenden: capo, parachoques y parabrisas.
El grueso de las lesiones del Peatón se focalizan en pelvis y cabeza al impactar contra la superficie del capo y la zona baja del parabrisas, de ahí el hecho de que se estén empleando cada vez más los sistemas que elevan el capo motor en caso de atropello.
Hay que llevar mucho cuidado pues un vehículo que haya salido al mercado en 2009 y se le hayan otorgado las 5 estrellas, puede no tenerlas ahora con el fortalecimiento de los test de choque.
Pese a esto, los vehículos que salgan a partir de este mismo año estarán sometidos a los nuevos Crash Test que van a incrementar su dureza tal y como detallamos en la siguiente gráfica.
Por lo tanto que nos puede suponer este cambio de normativa, muy sencillo, a partir de este mismo año, los automóviles que quieran alcanzar las 5 estrellas tendrán que obtener un mínimo del 60% en la calificación de seguridad y protección a los peatones,es decir un 20% más de lo que se exigía en el procedimiento anterior.
¿Esto en que nos afecta? Obviamente este cambio de rumbo es realmente importante puesto que contribuye a una mayor protección en los atropellos a los más débiles. Además ahora los fabricantes se lo deberán trabajar mejor si quieren obtener la máxima puntuación y vender su vehículo como un “5 estrellas”.
¿Cómo quedaría el panorama? La respuesta es “desoladora”, vehículos como el Audi A6 o el DS5 que han obtenido las 5 estrellas con resultados del 41% y 40 % respectivamente, no podrían obtener las “five stars rating” debido a que no llegarían al mínimo exigido del 60% de protección para peatones.
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