Hace unas semanas os contábamos que el Parlamento Europeo había aprobado oficialmente una ley que prohibe la venta de vehículos nuevos de combustión interna para 2035. La ley también introduce objetivos más estrictos en el camino hacia las ventas con cero emisiones, dejando cierto margen de maniobra para los fabricantes a pequeña escala y sin mencionar los combustibles sintéticos.
Sin embargo, desde hace unas semanas estamos viendo varios movimientos de países miembros que se están alineando para luchar contra esta prohibición. Y ha dado sus frutos, porque tras lograr que los Veintisiete han aplazaran sin fecha la aprobación formal del acuerdo, ahora la Unión Europea se ha abierto a incluir los combustibles sintéticos en sus planes.
Todo esto ha ocurrido después de que la presidencia de turno de la Unión Europea, que este semestre ocupa Suecia, señalara que la decisión «queda pospuesta a una reunión posterior«. Al parecer, el miedo a que los votos en contra de Alemania, Italia, Hungría y Polonia tumbaran la norma llevó a tomar la decisión de retrasar la aprobación de forma preventiva.
¿Qué propone la UE respecto a los combustibles sintéticos?
El siguiente paso lo ha dado la Comisión Europea, que tras proponer a Alemania que elabore una declaración que explique el posible papel de los combustibles sintéticos, ha preparado un borrador que sugiere crear un nuevo tipo de categoría de vehículos en la UE que solo puedan funcionar con e-Fuels. Sin duda alguna, un gran paso hacia delante.
Según informa Reuters, quien ha tenido acceso al borrador de la Comisión, de esta forma se busca poner fin a la disputa que ha paralizado la aprobación de la estricta ley. No es ningún secreto que tanto Italia como Alemania, Polonia y Hungría quieren que se hagan concesiones para los vehículos de combustión interna que usan combustibles sintéticos.
Recordemos que, técnicamente hablando, la prohibición de 2035 exige una reducción total de las emisiones, sin mencionar el motor de combustión. Como estás imaginando, este sería un duro golpe que va a afectar a la industria del motor, así como a sus clientes. Lo creamos o no, estas tecnologías que quieren imponernos, encarecerán el precio de los coches nuevos notablemente.
Según apunta el borrador, esta nueva categoría de vehículos deberá incluir una tecnología que les impida funcionar con combustibles que no sean neutros en carbono. De ser así, los fabricantes de automóviles podrían seguir vendiendo vehículos con motor de combustión después de 2035, aunque estos sean mucho más limpios. Veremos si la negociación llega a buen puerto.