Suelen llamarnos locos cuando decimos que como tal, futuros no habrá uno ni dos, habrá varios y convivirán conjuntamente e irán desapareciendo a la vez que aparecen otros futuros más esperanzadores, al menos en lo que a la movilidad se refiere.
Aunque el grueso cree que el futuro va a ser lo eléctrico, esto es una verdad a medias. Sí, el futuro pasa por lo eléctrico, pero no se quedará allí y se convertirá en un futuro de eléctricos con pila de combustible capaces de recorrer distancias más largas y no tener la imperiosa necesidad de acumular energías en pesadas baterías sino que serán capaces de generar por sí mismos energía que irán consumiendo en sus motores eléctricos según la necesidad.
Se llama pila de hidrógeno y no es nada nuevo. Hyundai lleva años empleándola en modelos que han demostrado ser fiables y extremadamente respetuosos con el medio ambiente, ya que lo único que «emiten» es vapor de agua…. ¿milagro? ¡no!, tecnología y ciencia. La verdad es que cualquier fabricante que se precie cuenta con desarrollo propio de pila de hidrógeno: Toyota, BMW, Grupo Volkswagen, Grupo Hyundai
El principal problema al que se exponían los vehículos de hidrógeno hoy en día era la producción rentable, eficiente y en masa del propio hidrógeno. Superado este escollo, el hidrógeno tendrá también vía libre e incluso podría llegar a predominar el mercado en el futuro si los precios de la propia electricidad siguen subiendo -sí, subirán desmesuradamente porque ahora se está planeando desmantelar todas las centrales nucleares y comprar la misma electricidad pero a plantas nucleares en Francia-.
No nos vamos a enrollar más, hoy, nos hemos enterado de que basta con poner un dispositivo especial en contacto con el aire y exponerlo a la luz del sol para que este empiece a producir combustible sin coste.
Esa es la idea básica que subyace a la importante investigación llevada a cabo por DIFFER, el Instituto holandés de investigación energética fundamental en colaboración con Toyota Motor Europe (TME). El objetivo de dicha alianza es desarrollar un dispositivo que absorba el vapor de agua y lo separe directamente en hidrógeno y oxígeno usando la energía del sol.
En este proyecto, DIFFER y TME exploran una forma innovadora de producir hidrógeno directamente a partir de aire húmedo. Esta investigación tiene dos objetivos distintos. Por un lado, se necesitan nuevos combustibles sostenibles para disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y, por otro, es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Uno de esos combustibles sostenibles es el hidrógeno, que se puede utilizar para almacenar energía renovable. Cuando el hidrógeno se combina con oxígeno en una pila de combustible, la energía se libera en forma de electricidad, emitiendo como único residuo vapor de agua.
A lo largo del pasado año, DIFFER y TME han demostrado en un estudio conjunto de viabilidad que el principio planteado realmente se cumple. Los investigadores han desarrollado una nueva célula fotoelectroquímica de estado sólido que por primera vez puede obtener agua del aire y luego generar hidrógeno a partir de la iluminación con luz solar. Este primer prototipo alcanzó un impresionante 70% del rendimiento que se obtiene al llenar un dispositivo equivalente con agua.
El sistema consta de unas membranas de electrolitos poliméricos, unos fotoelectrodos porosos y unos materiales que absorben el agua, combinados en un dispositivo de diseño especial integrado en la membrana.
En la siguiente fase del proyecto, los colaboradores se proponen mejorar considerablemente el proceso.“En nuestro primer prototipo, utilizamos fotoelectrodos que se sabe que son muy estables. Sin embargo, el material empleado solo absorbe la luz ultravioleta, que supone menos del cinco por ciento de toda la luz solar que llega a la Tierra”, explica Tsampas, quien añade: “El siguiente paso, por tanto, es aplicar materiales de vanguardia y optimizar la estructura del sistema para incrementar tanto la entrada de agua como la cantidad de luz solar que se absorbe”.
Una vez superado ese obstáculo, las labores de investigación se centrarán en ampliar la escala de la tecnología. Las células fotoelectroquímicas capaces de producir hidrógeno son muy pequeñas, alrededor de un centímetro cuadrado. Para que sean económicamente viables, su tamaño debe aumentar en al menos dos o tres órdenes de magnitud.
El proyecto de investigación LIFT –Launchpad for Innovative Future Technology o Plataforma de Lanzamiento de Tecnologías Innovadoras de Futuro– ha obtenido una subvención de la fundación ENW PPS de la Organización Neerlandesa para la Investigación Científica (NWO).