Lejos de encontrarnos ante un problema similar al de Audi con sus mecánicas diésel V6 y V8, el fallo del gigante sueco se debe a un desgaste en uno de los componentes de sus mecánicas. Por ahora, el fabricante de camiones, autobuses y maquinaria pesada no ha especificado a qué mecánicas o modelos en concreto se refiere, pero sí que el fallo podría provocar que se rebase el límite de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Dicho componente del motor se utiliza en aquellos mercados con estándares de emisiones más estrictos y, en aquellos casos en los que se degrada más rápido de lo esperado, reduce su capacidad para convertir los óxidos de nitrógeno de forma eficiente. En cualquier caso, el problema se limita a un fallo en el control de emisiones a posteriori, pues todos los vehículos afectados cumplen el límite de emisiones en el momento de la entrega.
Por otra parte, se ha descubierto que la degradación no parece afectar a todos los motores y vehículos de la misma forma y en el mismo grado. La compañía sueca ya ha alertado a las autoridades correspondientes en los mercados afectados -esencialmente Norteamérica y Europa- y actualmente están planeando un plan de respuesta.
Según indican fuentes de la marca, «un análisis completo del asunto y los planes con las autoridades no han sido completados, y por eso la compañía aún no puede estimar el volumen de motores o vehículos que podrían verse afectados. De ahí que no sea posible asegurar el impacto económico en este momento, pero el coste para amortizar el problema podría ser significativo«.