El pasado Domingo Fernando Alonso le demostró al mundo la capacidad que tiene al volante, dando una clase magistral de conducción. Consiguió ganar con un monoplaza con el que a lo máximo que en principio podría aspirar es a luchar por tener algún punto, y si no que se lo digan a su compañero Felipe Massa. Tras sonar los himnos de España e Italia en Malasia, el piloto de la Scuderia marchó hacia Maranello para mantener una reunión con el presidente de la marca, Luca Cordelo di Montezemelo.
Tras finalizar ese encuentro el piloto ovetense salió conduciendo un precioso Ferrari FF. Ese regalo lo dejo caer en su nuevo Twitter pero esta semana lo hemos confirmado. Alonso aumenta su garaje, donde ya tiene un Ferrari 458 Italia, un Abarth 695 Tributo Ferrari, un Maserati GranTurismo Cabrio y un Jeep Grand Cherokee SRT8. Su nuevo juguete cuenta con un V12 de inyección directa que ofrece 660cv de potencia a las cuatro ruedas.
Que suerte tienen algunos, podréis pensar, pero aun siendo un regalo muy caro (más de 300.000€) es algo que se merece. No tiene coche para luchar por el mundial pero ahí está, dando el 120% de lo que podría ofrecer cualquier otro piloto de la parrilla, liderando el mundial mientras su compañero de equipo lucha por las primeras quince posiciones.