Fiat Chrysler Automobiles (FCA) se ha convertido en el último grupo de fabricación de automóviles que expresa su intención de alejarse de modelos urbanos -al menos tal y como los conocemos a día de hoy- es que el CEO del grupo italoamericano ha confirmado que esto que te contamos hoy sucederá en un futuro no muy lejano.
Mike Manley confirmó estas malas noticias durante la presentación de resultados del tercer trimestre y es que el alto directivo expresó su deseo de trasladar a los clientes al segmento B, un segmento por encima del A que es donde anteriormente encontraríamos modelos como el Punto.
Según Mike Manlet, FCA y sus socios, en un futuro muy cercano, regresarán al segmento B, un segmento de mayores ventas y mayores márgenes de beneficio.
Varias marcas, como Ford y Opel ya han salido del segmento A y es que el problema radica en los elevadísimos costes de desarrollo fruto de las cada vez más estrictas normativas de emisiones tal y como confirman desde Autocar.
Con todo esto sobre la mesa nos decantamos a confirmar que el próximo Fiat Punto y muy probablemente, el próximo Alfa Romeo Mito – si es que lo llegamos a conocer- cuenten con la misma plataforma de la que disfrutan hoy modelos como el nuevo Peugeot 208 o el Opel Corsa y es que si la alianza entre PSA y FCA llega a materializarse formal y definitivamente, veremos muchas cesiones de tecnología intergrupo.
A pesar de estas malas noticias, parece que el sustituto del Fiat 500 está en camino y es que el modelo chic renacerá como un vehículo puramente eléctrico y de coste contenido. Es poco probable que el proyecto haya sido cancelado tan cerca de su presentación pública, incluso después del anuncio de la fusión intergrupos por lo que entendemos que esto afectaría a modelos como el Panda algo que no termina de cuadrarnos si tenemos en cuenta que la actual generación del Fiat Panda se alza como el urbano más vendido de Europa, con más de 100.000 unidades vendidas en los seis primeros meses del presente año.
Sea como fuere, parece que el futuro del segmento A está en apuros y es que cada vez son menos los compradores que se decantan por una clase de vehículos que ofrece tantas limitaciones en materia de espacio y equipamiento y que se distancian cada vez menos de sus hermanos mayores del segmento B en cuanto al precio.