No es ningún secreto que la industria del automóvil europea está atravesando un momento crítico. Mientras que el sector automoción chino parece brillar con luz propia, con todo un aluvión de marcas y modelos aterrizando en Europa, el del Viejo Continente no hace más que tambalearse. Lo que parecía un año de transición, tiene pinta de acabar en estancamiento para muchas marcas como Fiat.
La debilidad de la demanda de nuevos vehículos, especialmente en algunos mercados clave como China; sumado a las malas cifras del coche eléctrico, que ha hecho a muchos fabricantes replantearse su estrategia, se están reflejando en unas cifras cuanto menos preocupantes. Todo ello, sumado a algunos problemas específicos, como los que está padeciendo Stellantis.
Más parones en la producción de Fiat
Como señalan desde Reuters citando al propio fabricante de automóviles, Stellantis suspenderá el próximo mes (varios días, entre el 11 y el 29 de noviembre) las actividades en algunas plantas de ensamblaje y de motores en Italia. Entre ellas encontramos las factorías de Pomigliano d’Arco, Termoli y Pratola Serra; y lo hará en respuesta a las «difíciles condiciones del mercado«.
Al parecer, los sindicatos ya han sido informados y uno de los modelos que verán afectada su producción es el Fiat Panda. Si bien a principios de este año Fiat anunció que aumentaría la producción del Panda en aproximadamente un 20% para satisfacer la demanda de los clientes, se están replanteando su estrategia. Y eso pese a ser un modelo «líder del mercado en Italia y líder del segmento en Europa«.
Esta decisión se suma a la suspensión de la histórica planta de Mirafiori, en Turín, hasta el 1 de noviembre. Como te comentamos en su momento, en este último caso se han visto afectadas la producción del Fiat 500e y los Maserati GranTurismo. Pese a los vientos en contra, Stellantis señala que está decidido a «garantizar la continuidad» de sus operaciones en Italia.
Sin embargo, reconocen que se enfrentan a «un camino desafiante que requiere decisiones difíciles y no ofrece soluciones fáciles«. Veremos cómo continúa esta historia, pero con los excesos de inventario de los Estados Unidos, la baja demanda de modelos eléctricos y el reciente recorte de sus previsiones de beneficios y flujo de caja, no pinta bien.