No es un secreto que el futuro de la construcción y desarrollo de automóviles pase por una drástica reducción del peso de los mismos.
Si os habéis percatado, a excepción de algunas marcas que siguen ofreciendo modelos con pesos desorbitados, la tendencia en la construcción del nuevo producto, es la de aligerar. Desde hace tiempo, el uso de materiales ligeros en llantas –Ver llantas de Fibra de Carbono– o conceptos –Ver Opel Astra OPC Extreme– ha incrementado su presencia notablemente.
A mayor peso, mayor consumo –además de mayores inercias, inseguridad etc…- ya que necesitaremos más de todo para mover el vehículo.
Hace unos días os hablamos de un estudio que se estaba llevando a cabo entre el estado Federal Alemán y un conjunto de 70 empresas que busca reducir hasta en un 90% el coste de la producción de la fibra de carbono, material que en la actualidad tiene un coste elevadísimo que limita su uso a los vehículos más exclusivos del mercado.
Ahora bien, ¿Cuál es el siguiente paso?. En la actualidad también está muy de moda ofrecer elementos activos que mejoran aspectos como la aerodinámica del vehículo. Alerones activos, aletas o parrillas forman parte de las nuevas tendencias en la aerodinámica.
Sin lugar a dudas el que una parrilla se cierre de total o parcialmente mientras que el vehículo circula a altas velocidades con el fin de que el aire fluya por encima del vehículo y no penetre en el interior de la carrocería, mejora la aerodinámica y reduce el consumo en unas décimas.
Estos elementos activos necesitan diminutos motores eléctricos para funcionar y en su conjunto, algunos alerones y parrillas llegan a pesar más de 10 kg.
Entonces, ¿cómo podemos mejorar en este aspecto?
Muy sencillo, ¿Qué os parecería una fibra de carbono “inteligente”?
Al igual que los tejidos inteligentes, mediante una pequeña descarga eléctrica, la fibra de carbono puede modificar su forma. Los conocidos como materiales con memoria, inteligentes o programables son el último producto derivado de una fuerte apuesta en I+D.
Según S-A Laboratory, estas nuevas composiciones de materiales están diseñadas para tener una estructura dinámica que ofrece cambios en su forma. Estos nuevos materiales no tienen por qué dejar de ser rentables y su fabricación se lleva a cabo de la misma forma que los materias regulares.
Un admirable equipo de científicos ha estado trabajando en esta nueva tecnología en los dos últimos años y ha logrado crear una pequeña pero interesante colección de materiales como una madera, una fibra de carbono o una tela que pueden cambiar de forma mediante estimulación. La estimulación con la cual lograr que la forma del material altere su forma es muy variada ya que tenemos desde la luz al calor, pasando por la electricidad, la presión etc…
Si nos centramos en el mundo del automóvil, costosos y pesados alerones pueden sustituirse por esta tecnología.
Con la aplicación de una corriente determinada en el momento justo, un alerón puede desplegarse para ofrecer mayor carga aerodinámica o incluso puede emerger un freno aerodinámico para descargar de trabajo al sistema de frenos convencional.
¿Interesante?, esperamos que sí, y que se materialice y se extienda en un futuro no muy lejano…