Aunque ya es un tema del que os hablamos hace semanas, justo antes de las elecciones generales, ayer, el Ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos ha vuelto a presentar a los medios ya la opinión pública una fórmula para asegurar el correcto mantenimiento de las autovías.
El mantenimiento de las vías rápidas de nuestro país tiene un coste de 11.000 millones de euros anuales para el Estado y es que ojo, porque hablamos de nada menos que 20.000 kilómetros de red viaria con forma de autovía.
Ábalos ha llamado a reflexionar sobre el elevadísimo coste de mantenimiento y ha insistido en que hay que buscar alguna forma, sea la sea, de minimizar el impacto que este mantenimiento tiene para el Estado.
Puede resultar lógico contribuir un poco más al mantenimiento de la red viaria como hacen otro países vecinos -mediante un sistema de viñetas por día, semana, mes o año- para que el coste se reparta entre todos los conductores, sean nacionales o extranjeros pero de ahí a pagar indiscriminadamente por cada kilómetro, imagínate alguien que viva a 80 km de su trabajo…
En palabras de Ábalos, la red de carreteras es la única infraestructura de transporte que se pretende, sea gratuita, cuando otras como puertos, aeropuertos o infraestructuras de ferrocarril pagan diversas tasas y cánones que se repercuten a los viajeros en sus billetes o a las empresas de transporte.
Según Ávalos, salvo en las autopistas de peaje, en el resto de vías no hay ninguna contribución por parte de los usuarios, sin embargo, los conductores se quejan de que ya pagan un IVTM o un impuesto de matriculación así como impuestos especiales en los combustibles y otros que deberían de usarse para sufragar estos 11.000 millones de coste anual en mantenimiento.
Estas palabras del ministro abren la puerta a la instauración de un posible pago por el uso de las autovías -o de toda la red vial- que hoy en día son gratuitas y aunque la voz de alarma se ha extendido entre los ciudadanos y usuarios, desde la patronal de grandes constructoras y concesionarias -SEOPAN- ya se ha propuesto la instalación de un sistema de peajes que cubra toda la red viaria.
Este sistema de peajes con concesiones a 25 años podría suponer un ingreso para el estado de entre 60.000 y 110.000 millones de euros, lo que unido a la propuesta de peajes inteligentes para el acceso a ciudades como Madrid o Barcelona llenarían notablemente las arcas de Estado y sin duda alguna cubrirían el gasto en mantenimiento.
La propuesta no es algo nuevo, era algo que ya estudiaron anteriores gobiernos y vuelve a ver la luz ahora.
Hay que subrayar que los políticos de nuestro país no son los únicos que piensan en esta idea ya que la Comisión Europea hace tiempo que está estudiando imponer peajes en todas las vías rápidas europeas para coches y camiones. Sin ir más lejos, Alemania va a cobrar más a los extranjeros por utilizar sus autopistas. Si alguien le ha echado un vistazo a la Directiva europea 1999/62, sabrá que ésta se pensó para grabar la circulación de los camiones de gran tonelaje (12 toneladas), aunque desde 2012 se aplica también a los vehículos de 3,5 toneladas.
A nivel europeo, básicamente se plantea una nueva reforma de esta Directiva que afectaría a todas y cada una de las autovías y autopistas que tenemos en España. Y esta opción que ya barajan desde Bruselas parece que le ha gustado especialmente al Ejecutivo hasta el punto en que el Ministerio de Fomento ha prometido crear una subcomisión en el Congreso a tal efecto.
Personalmente creo que si se paga por toda la red vial mediante un sistema de viñetas anuales, mensuales, semanales o diarias no habría mucho problema, sin embargo, el pago por kilómetro redundaría en una migración de las vías rápidas a las nacionales que se congestionarían y registrarían un mayor número de accidentes, algo que puede ser un arma de doble filo…