Todavía no tenemos muy claro lo que planea el nuevo gobierno en relación con la financiación de las autopistas, pero hoy es momento de celebrar, de brindar por el fin de los peajes en la AP-7 en los tramos Tarragona-Valencia y Valencia-Alicante, así como en la AP-4 que une Sevilla y Cádiz. Ambas carreteras serán gratuitas desde hoy, 1 de enero de 2020, y ha sido tal la alegría de muchos de los vecinos de la costa valenciana que incluso hicieron la cena de Nochevieja en la autopista.
Han pasado nada menos que 21 años desde que finalizara la primera concesión de la AP-7, pero se han ido sucediendo diversas prórrogas en la Autopista del Mediterráneo. El resultado: 48 años pagando los peajes en un tramo en el que, la mayoría de los pueblos de la comarca alicantina de la Marina Alta y alrededores (Dénia, Ondara, Calpe, Jávea…) no tienen otra conexión que no sea por carretera.
El 23 de julio de 1971 y el 21 de diciembre de 1972 la sociedad Aumar (Autopistas del Mare Nostrum) logró la concesión de los tramos Salou (Tarragona)-Valencia y Valencia-Alicante por un plazo de 27 años. Se puso en marcha en 1974 y la primera concesión venció en 1998, pero se ha ido prorrogando hasta llegar a día de hoy, momento en el que pasa a ser del Estado.
Transportistas y vecinos llevaban años pidiendo una liberación que por fin ha llegado, un punto y final a los históricos peajes que el colectivo Adéu AP7 incitó anoche a celebrar con una cena de pa i porta –popular, cada uno lleva su comida- a las 22:30 horas en el área de servicio de Sant Antoni II. Por ahora la AP-7 mantendrá su nombre para poder diferenciarla de la A-7, pero en un futuro se estudiará un cambio de denominación.
Se estima que la liberación permitirá a los transportistas ahorrarse entre 2.000 y 2.500 euros al año por vehículo, al tiempo que los vecinos de la zona podrán llevar a cabo sus desplazamientos habituales sin un gran desembolso económico como el de hasta ahora. A fin y al cabo pensemos que, desde 1974, no hay ni siquiera conexión ferroviaria entre Dénia y Gandía, quedando totalmente obligados a desplazarse por carretera los vecinos de los pueblos intermedios.
Los primeros datos apuntan a que los conductores se ahorrarán algo más de 300 millones de euros en los peajes de la AP-7 (230 millones de euros en el trazado valenciano y 70 millones de euros en el tramo catalán) y otros 80 millones de euros en la vía andaluza. Les seguirán en verano de 2021 la AP-7 entre La Jonquera y Molins de Rei, y la AP-2, desde las inmediaciones de Zaragoza hasta Saifores (Tarragona). En total, un tercio de la red de pago habrá vencido entre 2018 y 2021.