Hacía bastante tiempo que no teníamos noticias acerca de la disputa entre Aston Martin y uno de sus antiguos diseñadores, el conocido Henrik Fisker. Tras conocerse el conflicto causado por el Thunderbolt de Fisker, finalmente ambas partes aseguraron que únicamente se trataba de “un malentendido” y que todo había quedado “resuelto de forma amistosa“, sin embargo, la firma británica y el diseñador vuelven de nuevo a la carga.
Si hasta día de hoy había sido el fabricante de automóviles quien había llevado a cabo las disputas judiciales, ahora la historia da un giro inesperado y es el propio Henrik Fisker el que ha demandado a Aston Martin por daños y perjuicios, exigiendo a la marca la escalofriante cifra de 100 millones de dólares -unos 93 millones de euros al cambio- en relación a un vehículo que el diseñador pretendía dar a conocer la próxima semana en el Salón de Detroit.
En la demanda, que ha sido presentada por los abogados de Fisker en el Tribunal del Distrito Federal de Estados Unidos, el diseñador afirma que Aston Martin está extorsionándole para tratar de evitar que muestre su nuevo superdeportivo en la inminente cita norteamericana. Al parecer, la compañía con sede en Gaydon, Reino Unido, envió una carta a Fisker «amenazándole» con que su ‘Force 1’ (el futuro superdeportivo en cuestión) era muy similar a los vehículos de la marca, especialmente al DB10, el prototipo diseñado y fabricado en exclusiva para ‘Spectre’, la última entrega de James Bond.
En la carta, el abogado del fabricante, David M. Kelly, pide a Fisker que no lance el nuevo modelo en Detroit o que, al menos, realice algunos cambios en su diseño antes de la presentación ya que «Aston Martin no dudará en proteger sus derechos más valiosos si es necesario«. Si bien es cierto, Kelly reconoce que por el momento se desconoce el aspecto final del ‘Force 1’ y finalmente podrían no ser tan similares.
En un comunicado, Fisker asegura que «Aston Martin está tratando de intimidarme para asegurar su empresa y está creando tanto revuelo para enmascarar sus deficiencias financieras y de producto. Me niego a dejarme intimidar y esa es la razón de la interposición de la demanda«, mientras que su abogado, Jonathan A. Michaels, tampoco se ha quedado corto en sus declaraciones asegurando que «creemos que en un esfuerzo por protegerse de una mayor competencia en el mercado, Aston Martin y sus tres ejecutivos principales conspiraron e idearon un plan para pisotear la presencia competitiva de Henrik Fisker en la industria del automóvil deportivo de lujo».
Así, la demanda no afectaría únicamente a Aston Martin como marca, sino también a tres de sus principales dirigentes: su CEO, Andy Palmer; Simon Sproule, Director de Marketing Global y Comunicaciones; y Marek Reichman, Director Creativo y de Diseño. Alegando extorsión civil, Fisker solicita que el Tribunal declare que el diseño del ‘Force 1’ no infringe ninguno de los diseños registrados por Aston Martin y que, por tanto, tiene el derecho de fabricar, comercializar y vender el deportivo que, según afirma, tendrá uno de los motores de aspiración natural más poderosos del mundo.