Para algunos puede que el el Ford Escort RS simplemente se trate de una vieja gloria nacida en 1992, pero para muchos otros quizá sea uno de los automóviles de competición más legendarios de la marca del óvalo azul y uno de sus automóviles de calle más cotizados. Es uno de esos coches irrepetibles que poco o nada tienen que ver con los actuales Ford Focus RS o Ford Fiesta ST.
Seguramente que alguno de los enigmáticos ejemplares del Escort RS a escala decore la habitación de más de uno de vosotros y, cuando lo comprásteis u os lo regalaron, no os costó nada más que una pequeña fracción de lo que costaría el automóvil real. Es lo que tiene que se trate de un juguete, por mucha atención al detalle que se le haya prestado.
Sin embargo, hay gente muy exigente en el mundo del coleccionismo y, algunas unidades, pueden llegar a costar cifras astronómicas únicamente por los materiales que se han empelado para su fabricación. Es el caso de este Ford Escort Mk2, que está inspirado en el coche de rally conducido por Ari Vatenen a fines de la década de 1970 y, en realidad, es una auténtica joya (en sentido literal).
Fabricado a escala 1:25, en su carrocería luce algunos de los materiales más exclusivos del planeta, como el oro, la plata y otras piedras preciosas. Se estima que solo el coste de los materiales asciende a unos 90.000 euros, y todo ello sin contar la infinidad de horas de trabajo que le ha dedicado su creador, Russell Lord, un joyero profesional y entusiasta de los automóviles.
El señor Lord ha tenido durante su vida nada menos que 55 Ford Escort de tamaño real y fue hace un cuarto de siglo cuando comenzó su proyecto a escala. Tras invertir una verdadera fortuna en él y 25 años de esfuerzo, comenta orgulloso que «ha sido un pasatiempo al que he vuelto una y otra vez, pero hace tres años decidí terminarlo«.
Como podrás apreciar en el vídeo y las imágenes, la atención al detalle es máxima. La carrocería y los componentes exteriores con de plata maciza, mientras que para las bisagras del capó, y el alerón trasero se ha utilizado el oro. La parrilla delantera está hecha de oro blanco, los faros superiores son de diamante de 65 puntos, los inferiores de 75 puntos y los adicionales de 1 quilate (1 quilate equivale a 100 puntos).
Rusell también ha usado zafiros naranjas para los intermitentes delanteros y traseros, mientras que las luces de freno son rubíes y el logotipo de Ford trasero es en realidad un zafiro. Otros detalles pasan por una palanca de cambios de platino con incrustaciones de diamantes, unos pedales y un freno de mano que se mueven, un asiento reclinable o unas ventanillas que requirieron numerosos jarrones rotos hasta encontrar el ideal.
Es todo un espectáculo verlo. Será subastado el próximo 2 de mayo en TheMarket y los beneficios se donarán a varias organizaciones benéficas para niños.