En Ford Europa están sufriendo mucho la falta de piezas y está provocando serios problemas para poder abastecer la demanda hasta el punto de haber paralizado todas las opciones de personalización desde ahora hasta nueva orden, no afectando eso sí a los pedidos ya existentes.
La nueva norma afecta por el momento a los Fiesta y Focus en todas sus versiones. Por supuesto se seguirán vendiendo pero con una configuración cerrada que les permitirá sacar el máximo provecho a las pocas piezas con las que cuentan en las plantas alemanas que son las afectadas.
La factoría de Saarlouis en Alemania tiene normalmente una producción anual de unos 195.000 vehículos pero debido a la escasez de piezas en este 2022 no se lograrán superar las 117.000 unidades y todo parece indicar que en 2023 en el mejor de los casos se alcanzarán las 143.000 unidades.
Para entender bien esta decisión hay que fijarse en los enormes plazos de entrega que tienen ambos modelos en los principales mercados europeos. Por ejemplo hay varias opciones del Fiesta que es imposible tenerlas antes de doce meses y con el Focus pasa exactamente lo mismo.
Lo peor de estos enormes plazos de entrega no solo es el tiempo que deben esperar los usuarios sino que tampoco se pueden garantizar los precios en el momento de firmar el contrato dado que en estos momentos complicados pueden producirse alteraciones muy importantes en los costes. Y esto sí es un gran problema.