Si justo ayer os contaba que un juez mallorquín ha condenado a Volkswagen a devolver el precio de un coche afectado por el ‘Dieselgate’, hoy nos llega la noticia de que otro fabricante de automóviles podría verse implicado en un escándalo similar. Hablamos de Ford, quien ya se ha convertido en el quinto fabricante en tener un pleito en los Estados Unidos por las acusaciones sobre emisiones contaminantes.
Según afirma la demanda de un grupo de propietarios, los Ford F-250 y F-350 Super Duty con mecánicas diésel fabricados entre 2011 y 2017 (unas 500.000 unidades) infringen las regulaciones de emisiones gracias al uso de un dispositivo ilegal similar al empleado por los vehículos del gigante alemán, todo ello con la colaboración de Bosch, quien también ha sido demandada.
En la demanda se especifica que la compañía alemana desarrolló un software que le permite a Ford manipular las pruebas de emisiones al modificarse automáticamente la alimentación, la recirculación de los gases de escape y las tasas de inyección de urea cuando los vehículos se encuentran en el banco de pruebas. Sin embargo, por ahora no parece que haya indicios tan evidentes de este supuesto fraude como sí que los había en su día con los modelos de Volkswagen.
Actualmente Bosch también se defiende en demandas contra Volkswagen, Fiat Chrysler y General Motors, negando cualquier posible implicación o mala fe.
En cualquier caso, la acción legal continúa con las acusaciones añadiendo que estos camiones ‘Super Dirty’ -ingenioso apodo que se le ha ocurrido al abogado de la parte demandante (originalidad antes todo, oye)-, los cuales cuentan con un diseño del escape ‘inverso’ que coloca la reducción catalítica antes del filtro de partículas (DPF), no queman las partículas, sino que las dejan escapar por el tubo de escape.
Con ello, los propietarios demandantes, los cuales pagaron 8.400 dólares más por sus vehículos al ser diésel en lugar de gasolina, exigen que se les indemnice por daños y perjuicios por nada menos que “58 violaciones de la ley del consumidor estatal, publicidad falsa y extorsión organizada” al expulsar sus pick up 50 veces el límite legal de las emisiones de óxido de nitrógeno permitidas.
Al igual que Bosch, Ford se defiende de las acusaciones asegurando que «todos los vehículos Ford, incluidos los que tienen motores diésel, cumplen con todas las regulaciones sobre emisiones de la EPA y CARB”. Según afirman, son acusaciones infundadas.
Es algo que todos sabíamos