Ford acaba de llamar a revisión en los Estados Unidos a 1,4 millones de vehículos por algo que puede parecer una broma, pero que no es, y es que el volante puede llegar a salirse por completo. Los modelos afectados son el Ford Fusion y el Lincoln MKZ, según nos adelantan en Automotive News el volante puede desencajarse de su posición provocando una pérdida del control de la dirección.
Al parecer este grave problema ha llegado a sucederse hasta en dos ocasiones y se ha cobrado un herido, y ahora la compañía del óvalo busca atajar este fallo con una llamada a revisión masiva que saldrá totalmente gratuita a los afectados. El responsable sería uno de los tornillos encargados de sujetar el volante a la propia columna de dirección, que con el paso del tiempo podría desaflojarse o incluso llegar a salirse por completo, haciendo que el volante se desencajara o se saliera de su posición original.
Este problema solo afecta al mercado norteamericano, aunque también podría afectar a Canadá o México de forma más limitada. En este momento ya se está procediendo a revisar los modelos afectados, tanto el Ford Fusion como el Lincoln MKZ, para resolver cuanto antes este grave problema que podría provocar un desenlace fatal para los conductores afectados. Para evitar que vuelva a suceder se instalará un tornillo de mayor longitud, lo que impediría que con el paso del tiempo pudiera desaflojarse, además añadirá una rosca más resistente y una arandela de nylon más grande.
Aunque Ford puede «presumir» de no ser el primero en sufrir este problema, y es que ya es la segunda vez en el último mes que un fabricante de automóviles ha tenido que llamar a revisión de forma masiva por un problema en el volante. Hyundai tuvo que revisar más de 44.000 unidades del Santa Fe y Santa Fe Sport a fines de febrero, según la marca porque el volante podría romperse.