Desde hace algún tiempo os hemos hablado acerca de auténticas rarezas que muy pocos conocíamos, como el Mitsubishi Pajero Evolution o el desconocido Mitsubishi Galant de AMG. Ahora os traemos otro de esos modelos del que probablemente nunca hayas oído hablar, pero cuya historia merece ser contada, se trata del Ford Mondeo ST250 ECO Concept. Una berlina deportiva que combinaba un sistema GLP con un motor de altas prestaciones… ¿No es una gran idea?
Este prototipo fue un intento fallido de la firma del óvalo de fabricar un vehículo de alto rendimiento ecológico, aunque desgraciadamente nunca llegó a la fase de producción. Hoy en día los vehículos propulsados con GLP (gas licuado del petróleo) y GNC (gas natural vehicular) son más frecuentes y poco a poco más conductore se pasan a esta alternativa más ecológica gracias a las numerosas ventajas que tienen, como su elevada autonomía o menores restricciones en las ciudades.
Aprovechando el Salón del Automóvil de Ginebra de 1999, Ford desveló al mundo tres nuevas versiones del exitoso Ford Mondeo de primera generación que incluían un lavado de cara. Dos de ellas eran vehículos de producción, el ST24 que reemplazaba al ST200 y el 1.8 ‘AFV’ como una alternativa a los motores de combustión. El tercero era el ST250 ECO Concept, una combinación de los dos anteriores que mezclaba lo mejor de los dos mundos.
La propia marca lo presentó al mundo como una solución óptima para demostrarnos que «los conductores entusiastas también pueden ser ecológicos, con un vehículo de combustible alternativo (AFV) que está diseñado para ser rápido y limpio«.
Mientras que el ST200 equipaba un motor V6 de 2.5 litros y 202 CV, el ST250 optó por una mecánica V6 de 3.0 litros y un sobrealimentador «altamente eficiente» firmado por Eaton. De esta forma, conseguía una potencia de 245 CV, lo que podría parecer una auténtica locura para un tracción delantera en aquella época. Tanto el nuevo bloque como el cigüeñal estaba firmado por Taurus, mientras que las culatas de los cilindros de 12 válvulas fueron diseñadas específicamente para el ST250.
Finalmente, el especialista Prodrive se encargó de darle el toque final a este modelo tan especial, un sistema automático de cambio de marchas «sin embrague» que permitía al conductor subir o bajar de marcha utilizando unos botones situados en el volante. No era un modelo estéticamente soso ni aburrido, gracias a que Ian Callum diseñó un kit de carrocería más agresivo para demostrar que realmente era un vehículo deportivo. Incluía nuevos paragolpes, faldones laterales, un alerón trasero y unas llantas de 19 pulgadas multiradio.
La configuración de la suspensión se importó también del ST200, junto con algunos ajustes adicionales en los amortiguadores y resortes. Por otro lado, el motor V6 estaba acompañado de un tanque de GLP situado en el lugar de la rueda de repuesto, así como un juego adicional de inyectores de gas junto con los de gasolina. Por un lado, se colocó el depósito de gasolina y en el lado opuesto el de GLP. Sin embargo, este proyecto nunca llegó a ver la luz y todas las mulas fueron destruidas después de la fase de pruebas.
Podemos decir que el Ford ST250 ECO Concept era todo un adelantado a su tiempo, combinando un propulsor más limpio y eficiente con altas prestaciones, algo que estamos más acostumbrados a ver hoy en día en vehículos híbridos y eléctricos. Por eso hoy nos preguntamos… ¿Qué hubiera pasado si Ford hubiera llegado a fabricarlo?