Ya lo comentábamos hace unas semanas, China se va a hacer con Europa y vamos tarde. Los fabricantes de automóviles no están pasando por un buen momento a nivel internacional, pero la Unión Europea les está poniendo las cosas todavía más difíciles. Uno de los muchos ejemplos es Ford, quien recientemente nos anunciaba su estrategia en Europa.
Un resumen rápido pasa por decir adiós al Ford Focus a mediados de la década, a los S-Max y Galaxy en 2023 y al Fiesta el próximo mes de junio. En su lugar llegará el «primer vehículo de pasajeros eléctrico» que se fabricará en Colonia, Alemania, este 2023. Será un crossover eléctrico de «tamaño mediano». Se le unirá un segundo vehículo eléctrico en 2024.
La fábrica de Colonia desempeñará un papel importante en el objetivo de la empresa de vender solo vehículos eléctricos en Europa para finales de la década actual. Y lo mismo ocurre con Almussafes. El verano pasado, Ford eligió su planta de Valencia para construir los vehículos eléctricos de próxima generación de la compañía. Por lo tanto, ¿dónde queda Saarlouis?
Ford podría vender su planta a BYD
La fábrica de Saarlouis es la encargada de producir el Focus, pero en 2025 se quedará con las manos vacías. Según un nuevo informe de Automotive News, Ford podría vender esta factoría, una de sus principales plantas en Europa, a la china Build Your Dreams (BYD). The Wall Street Journal nos informa de que los ejecutivos de la compañía pronto se reunirán con el fabricante chino.
En la reunión discutirán la posible venta de la planta de Saarlouis. Todo el proceso se encuentra todavía en las primeras etapas y, en última instancia, puede fracasar, pero hay señales positivas por ambas partes de que podrían llegar a un acuerdo. Al fin y al cabo, en junio del año pasado, Ford dijo que esperaba recortes de empleo «significativos» en Saarlouis.
El interés de BYD pasa por expandir sus operaciones en Europa con producción local.
La planta emplea actualmente a 4.600 personas. Según el nuevo informe, la firma del óvalo azul estaría buscando alternativas para la producción de vehículos, en un intento por mantener intactos la mayor cantidad posible de esos empleos. Dicen las malas lenguas que Ford está en contacto con unos 15 inversores potenciales, aunque los detalles en torno a un posible acuerdo siguen siendo un misterio.