En la gran mayoría de los vehículos, la relación existente entre las vueltas del volante y el giro de las ruedas directrices es fija, o al menos lo era hasta la llegada al mercado de las direcciones adaptativas.
Este tipo de direcciones cambian la relación existente entre las acciones del conductor y el giro de las ruedas. Con la dirección adaptativa, la relación de volante cambia continuamente con la velocidad del vehículo, optimizando la respuesta de maniobra bajo cualquier condición.
A velocidades más bajas, como al entrar en una plaza de aparcamiento o al maniobrar en calles estrechas, el sistema hace que el vehículo pueda girar de manera más ágil y fácil, ya que imprime mayor giro en la rueda. Cada maniobra a baja velocidad requiere que se gire menos el volante.
A altas velocidades, el sistema optimiza aún más la respuesta del volante, permitiendo que el vehículo responda de manera más suave y precisa al conductor.
Ahora, Ford nos anuncia que lanzará al mercado una nueva generación de tecnología de maniobrabilidad. El sistema ideado por la marca del óvalo utiliza un mecanismo de precisión integrado en el volante que no requiere ningún cambio con respecto al sistema tradicional de cualquier vehículo. El mecanismo, compuesto por un motor eléctrico y un sistema de desmultiplicación, añade o reduce los giros de volante del conductor.
Ford ha subrayado que este mecanismo no estará presente en toda la gama. Personalmente creo que el sistema hará su debut en la nueva generación del Ford Mondeo que esperemos, llegue a finales de año.
Y con su calandra estilo aston martin tamien