En un contexto donde la industria automotriz europea enfrenta una creciente presión normativa y regulatoria, China da un nuevo golpe sobre la mesa –y con este ya van unos cuantos- con la inminente creación de lo que podría convertirse en el quinto mayor grupo automovilístico a nivel mundial si Dongfeng y Changan materializan su fusión.
La más que posible fusión entre Dongfeng Motor y Changan Automobile marca un hito en el sector y refuerza el dominio asiático en la producción y venta de vehículos en un escenario incierto para muchos fabricantes europeos.
Mientras en Europa los fabricantes luchan por adaptarse a una maraña de regulaciones medioambientales, normativas de seguridad y estándares de emisiones cada vez más estrictos, en China la industria avanza con decisiones estratégicas de gran calado.
La fusión entre Dongfeng y Changan crearía el quinto grupo automovilístico mundial
La posible fusión entre Dongfeng y Changan no solo consolidaría a la nueva entidad como la más grande de China en términos de ventas, con una producción estimada de 4,58 millones de unidades anuales, sino que también le permitiría superar a BYD y colocarse en el top cinco mundial de fabricantes de automóviles.
El movimiento de Dongfeng y Changan responde a la estrategia del gobierno chino de fortalecer su industria en un mercado en rápida transición hacia la electrificación. Según medios locales, la nueva entidad tendrá como presidente a Yang Qing, actual responsable del mando de Dongfeng, y a otro directivo de la misma compañía.
Las repercusiones de esta fusión no se limitan a la reorganización corporativa, sino que también buscan optimizar la cadena de suministros, la inversión en investigación y desarrollo así como dejar a un lado la competencia. Se espera que la nueva entidad unifique la compra de piezas y aglutine el desarrollo de nuevas tecnologías y patentes.
Las automotrices en el viejo continente deben afrontar estrictas regulaciones sobre emisiones de CO2, lo que ha supuesto grandes inversiones en electrificación y ha generado incertidumbre sobre el futuro del motor de combustión. Además, la política de ayudas en la Unión Europea ha sido errática y ha puesto en desventaja a muchas marcas frente a la agresiva estrategia de expansión de los fabricantes chinos, que han logrado posicionar sus vehículos eléctricos a precios más competitivos a pesar incluso de la agresiva política arancelaria.
Mientras Europa debate el futuro de su industria, algo que ya os comentamos ha retrasado hasta el 5 de marzo, China actúa con determinación, consolidando su dominio en el sector y demostrando que su modelo de reorganización y apoyo estatal sigue dando frutos.