Tal y como os adelantábamos hace unas horas, Groupe PSA y FCA planean unir fuerzas para construir un líder mundial para una nueva era. La fusión es probablemente una de las mayores noticias del año y es que el resultado crearía el cuarto mayor grupo automovilístico del mundo.
Las discusiones han abierto un camino hacia la creación de un nuevo grupo a nivel global al 50% entre accionistas de Groupe PSA y accionistas de FCA. La fusión buscaría «sobrevivir» a un entorno rápidamente cambiante, a nuevos desafíos de conectividad, electrificación, uso compartido y movilidad autónoma.
La entidad resultante de la fusión aprovecharía su fuerte presencia global y el I + D combinado para y enfrentarse a todos esos desafíos y a los que surjan con rapidez y eficiencia.
Lo mejor es que analicemos los puntos fuertes de la fusión:
– La fusión crearía el cuarto fabricante más grande a nivel mundial en términos de producción y ventas (8.7 millones de vehículos al año).
– En sus inicios, la compañía combinada se daría contaría con altos márgenes en los mercados donde operase: FCA en América del Norte y América Latina y Groupe PSA en Europa
– La fusión abarcaría todos los sectores: Automóvil de lujo, premium, convencional, SUV, camiones y eléctricos.
– Abordarían de forma conjunta el tren motriz electrificado, la conducción autónoma y la conectividad.
– John Elkann (FCA) sería el presidente y Carlos Tavares (PSA) el CEO.
– Las dos empresas se han reunido hace unas horas y cada una acordó por unanimidad trabajar para lograr una combinación completa a través de una fusión 50/50. Ambas juntas han dado el mandato a sus respectivos equipos para finalizar las discusiones y llegar a un memorando vinculante en las próximas semanas.
Se estima que tras cuatro años de fusión las sinergias entre marcas serían del 80% y que este porcentaje llegaría al 100% el quinto y sexto año. El coste total de las sinergias se estima en unos 2800 millones de euros.
Los accionistas de cada compañía poseerían el 50% del capital de la nueva combinación del grupo y, por lo tanto, compartiría equitativamente los beneficios derivados de la combinación. La fusión se realizaría bajo una empresa matriz holandesa y la estructura de gobierno de la nueva compañía se equilibraría entre accionistas. La Junta estaría compuesta por 11 miembros. Cinco miembros de la Junta serían nominados por FCA (incluyendo John Elkann como presidente) y cinco serían nominados por Groupe PSA (incluido el Director independiente superior y vicepresidente).
El Director Ejecutivo sería Carlos Tavares por un período inicial de cinco años y también sería miembro de la Junta.
La nueva compañía matriz con domicilio en Holanda cotizaría en la Euronext (París), la Bolsa de Valores italiana (Milán) y la Bolsa de Valores de Nueva York, y seguiría manteniendo presencias significativas en las sedes centrales actuales en Francia, Italia y Estados Unidos.
Se propone que los estatutos de la nueva Empresa resultante de la fusión establezcan que el programa de voto de fidelidad no operará para otorgar derechos de voto a ningún accionista individual en la Junta de Accionistas que exceda el 30 %4 del total de los votos emitidos. También se prevé que no se transferirán los derechos de doble voto existentes, sino que se acumularán los nuevos derechos de doble voto después de un período de tenencia de tres años tras la finalización de la fusión.
Se ha acordado una suspensión de las participaciones accionarias de EXOR N.V., BpifranceParticipations SA, DFG y la familia Peugeot por un período de 7 años después de la finalización de la fusión. EXOR, BpifranceParticipations y la familia Peugeot estarían sujetos a un bloqueo de 3 años con respecto a sus participaciones, excepto que a la familia Peugeot se le permitirá aumentar su participación hasta el 2,5 % en los primeros 3 años después del cierre, solo mediante la adquisición de acciones de BpifranceParticipations y DFG.
Antes de la finalización de la transacción, FCA distribuiría a sus accionistas un dividendo especial de 5,5 mil millones de euros, así como su participación en Comau. Además, antes de la finalización, Peugeot distribuiría a sus accionistas su participación del 46% en Faurecia. Esto permitiría a los accionistas de los grupos fusionados compartir por igual las sinergias y los beneficios que deriven de una fusión, además de reconocer el valor significativo de la plataforma diferenciada de FCA en América del Norte y su sólida posición en América Latina, incluidos sus márgenes líderes de sector en esas regiones. También reflejaría el valor agregado que aportarían las marcas globales de alta gama de FCA, Alfa Romeo y Maserati, dado su importante potencial de desarrollo.
Esperamos conocer más detalles de esta importante fusión en las próximas semanas.