El nuevo Renault Mégane R.S. Trophy, la variante más especial y potente del compacto francés, llega acompañado de una estética radical y una nueva versión del motor 1.8L turbo. Los amantes del alto rendimiento y la exclusividad tienen un nuevo deportivo en mente, un modelo que continúa la tradición de las versiones Trophy que se ofrecen desde la primera generación de Mégane R.S. y que hoy podemos ver en detalle en esta nueva y extensa galería de imágenes.
Nos tenemos que remontar hasta el año 2005 para conocer el primer Mégane R.S. Trophy, una variante del R.S. que se caracterizaba por algunas modificaciones en el chasis, llantas más ligeras o un ESP desconectable. Ahora la tradición continúa después de tres generaciones que han tenido como principal exponente el alto rendimiento y la exclusividad.
El diseño del nuevo Trophy es expresivo y aún más deportivo luciendo el característico color Amarillo Sirius que enfatiza su línea más musculosa y deportiva en cada ángulo de su carrocería. Cualquier entusiasta de la marca podrá distinguir esta edición especial por el stripping TROPHY situado en la lama F1 o las llantas de 19 pulgadas Jerez inspiradas en el concept Renault Sport R.S.01 que presenta un acabado diamantado con ribete rojo.
En el interior de forma opcional podemos equipar los nuevos asientos Recaro que han sido remodelados con respecto a los que equipaban al Mégane III R.S. Ahora la estructura del cojín del asiento de origen ha sido tratada para ofrecer un ambiente aún más deportivo a la vez que para preservar un elevado nivel de seguridad, además, ofrece al conductor una posición del asiento hasta 20 mm más baja en beneficio de una experiencia deportiva aún mayor.
Junto a todas las novedades del Mégane R.S., en sus entrañas equipa un motor 1.8 turbo de inyección directa que permite alcanzar, por primera vez en la gama R.S., el listón simbólico de 300 CV (220 kW). El par también aumenta y pasa a 420 Nm (+20 Nm) en caja EDC y 400 Nm en caja manual.
Esta mejora de potencia se traduce en unas mejores aceleraciones incluso a alto régimen, mientras que el par contribuye al placer de pilotaje y de conducción. Para compensar el fuerte aumento de la contrapresión del escape relacionada con un filtro de partículas añadido se han centrado en la eficacia del turbocompresor y para ello han recurrido a una tecnología que procede directamente de la Fórmula 1.