El gran circo de la Fórmula 1 se despedía este fin de semana de la temporada 2011 desde el circuito brasileño de Interlagos. El balance final de este campeonato debe hacer reflexionar a muchos, que de cara a la próxima campaña tendrán que ponerse las pilas si quieren acabar con la hegemonía de Red Bull. Bien es verdad que la desaparición de los escapes soplados pueden traer la igualdad entre las grandes escuderías, pero no obstante, el trabajo será duro.
Sebastian Vettel lograba en la jornada del sábado la decimoquinta pole position de la temporada, con lo que conquistaba un nuevo record su carrera deportiva. Quizá por las sensaciones transmitidas durante todo el fin de semana, parecía que la prueba tendría poca historia, y la verdad que dicho presentimiento no iba muy desencaminado. Desde la salida ya se ha visto que Vettel tenía un ritmo, como siempre, muy superior a sus rivales. Por detrás, una mala arrancada de Hamilton le relegaba a la quinta plaza mientras era superado por Alonso que se aupaba a la cuarta. Giros más tarde, en una gran maniobra por el exterior, el asturiano alcanzaba posiciones de podio tras rebasar a Button, el otro piloto de McLaren. Por delante siempre, los dos Red Bull comandaban la carrera, con una diferencia entre ellos de apenas tres segundos.
Mediaba la vuelta catorce cuando por radio se escucha a Vettel y su ingeniero hablar de unos problemas en la caja de cambios que impiden al alemán utilizar correctamente la segunda y tercera marcha. Poco a poco, el bicampeón empieza a perder tiempo, con lo que sus rivales más cercanos se frotaban las manos ante la perspectiva de ganar una plaza más. Sin embargo, una vez que Webber le ha superado con facilidad en la vuelta 30 y se ha distanciado un poco, los problemas se han disipado misteriosamente y el campeón de los dos últimos mundiales ha vuelto ha volar sobre el trazado brasileño, siendo imposible que el resto de pilotos le dieran alcance, pero garantizando el triunfo de su compañero Mark Webber, que a la postre le ha permitido alzarse con la tercera plaza en la clasificación del campeonato.
Mientras tanto Alonso, Button y Hamilton continuaban en la tercera, cuarta y quinta posición respectivamente. Lewis vería como su coche decía basta en la vuelta 48 y le obligaba a abandonar tras un aviso de su ingeniero indicándole minutos antes de unos problemas en su caja de cambios (pero estos de verdad). La pugna por la última plaza del podio quedaba entonces entre el otro McLaren y el primero de los Ferrari, y finalmente se saldaría a favor de Button como consecuencia del mal rendimiento de los neumáticos duros en el coche de Alonso.
Otras cuestiones pendientes para esta última carrera era dilucidar si finalmente Toro Rosso era capaz de superar a Sauber en la clasificación de constructores, del que sólo le separaba un punto. No ha sido posible, pues de los cuatro pilotos implicados únicamente Kobayashi ha terminado en los puntos, pero este hecho no debe empañar la gran temporada de Jaime Alguersuari –hoy undécimo- y su equipo. HRT, futuro equipo de Pedro Martínez de la Rosa, ha colocado a Ricciardo en la vigésima posición, mientras que Liuzzi no ha podido terminar al pararse su monoplaza a pocas vueltas del final.