La carrera disputada en la tarde de ayer en el circuito canadiense Gilles Villeneuve fue una auténtica batalla estratégica. La degradación de los neumáticos escogidos por Pireli para la prueba era toda una incógnita, lo que llevó a los equipos a trazar distintos guiones para sus pilotos. Hasta tal punto fue así, que en las vueltas finales vimos diferencias de ritmo de más de tres segundos por vuelta entre los primeros clasificados, lo que permitió que la emoción durase hasta el último giro.
El inicio del Gran Premio de Canadá estuvo marcado por la ausencia de sobresaltos. La salida fue especialmente limpia, teniendo en cuenta sobretodo la proximidad del primer viraje, y los pilotos de cabeza mantuvieron más o menos sin problemas sus respectivas posiciones. Una tímida disputa entre Webber y Rosberg, cuarto y quinto en parrilla, de la que salió victorioso el australiano fue lo más destacable. Poco a poco Vettel, que se consolidaba como líder de carrera, iba aumentando su distancia con Hamilton, segundo, quien a su vez mantenía a raya a Fernando Alonso, tercero en discordia. Las diferencias se estabilizaron en torno a los dos segundos hasta la primera parada.
El paso por boxes deparó los primeros cambios en la cabeza. El último en cambiar neumáticos de los tres primeros pilotos fue Alonso, lo que le valió para salir por delante de sus rivales. Sin embargo, sus gomas aún no estaban a la suficiente temperatura y fue rebasado con relativa facilidad por Lewis Hamilton. El británico comandaría la prueba durante el siguiente tercio de carrera, justo cuando, a falta de diecisiete giros para terminar, realizó su segundo pit stop. Alonso pasaba a ser líder de nuevo y Vettel se colocaba segundo.
La apuesta de Ferrari y Red Bull era clara: llegar hasta el final sin volver a pasar por el pit lane. La distancia con Hamilton parecía suficiente siempre que no se diese un desfallecimiento repentino de los neumáticos, pese a que el de McLaren iba pulverizando cronos. A falta de pocas vueltas para terminar, en Red Bull se arrepintieron de la estrategia marcada, y en una maniobra que a priori parecía suicida, mandaron a Vettel a cambiar gomas. El vigente campeón del mundo se reincorporó en quinta posición casi sin opciones de podio, aunque con mejor ritmo que ninguno de sus perseguidos. Por su parte, Ferrari persistió en su intento de mantener a Fernando en pista, lo que llevó al español a rodar hasta cuatro segundos más lento que sus rivales. La situación era insostenible y pronto se vería superado por Hamilton, Grosjean, Sergio Pérez y el propio Vettel. Quinta posición que implica la pérdida del liderato del mundial a favor de Hamilton.
Pese a todo, las distancias siguen siendo muy pequeñas y el mundial se presenta más apretado que nunca, siendo Lewis Hamilton el séptimo piloto que sale vencedor de un Gran Premio en otras tantas carreras disputadas. En Valencia todo apunta a que por fin un piloto repetirá victoria, aunque nunca se sabe. ¿Dará Renault la sorpresa? ¿Tal vez Sergio Pérez? ¿Resurgirá Massa? En dos semanas lo veremos.