Hemos vivido el Gran Premio de Mónaco entre el sufrimiento y la emoción. Emoción porque sea cual sea nuestro equipo favorito (McLaren, Red Bull o Ferrari), todos tenían un piloto luchando por la victoria; y sufrimiento porque las continuas interrupciones que ha habido han hecho que hasta la última vuelta pudiera pasar cualquier cosa entre Vettel, Alonso y Button.
La victoria se la ha llevado el alemán, con un poco de suerte quizás en momento puntuales, pero en cualquier caso los pilotos nos han hecho disfrutar con una carrera atípica en el trazado monegasco, en la que por primera vez en mucho tiempo hemos visto bastantes posibilidades reales de adelantamiento, que han llegado, en muchas ocasiones, a buen término. Ya lo hemos comentado muchas veces, tanto el DRS como los neumáticos Pirelli brindan esta oportunidad, y para muestra un botón: el fabuloso adelantamiento de Hamilton a Schumacher en Santa Devota habría sido impensable en temporadas anteriores. Aún así, el efecto del alerón móvil, como era previsible, no ha sido tanto como en carreras pasadas, ante la ausencia de rectas largas.
Primer tramo de carrera sin incidentes
La primera parte de la carrera ha transcurrido sin problemas. La salida ha sido limpia, aunque parezca increíble teniendo en cuenta el escaso margen de error de que disponen los pilotos. Vettel ha mantenido la cabeza de carrera y progresivamente se ha ido distanciando de un Jenson Button algo más lento al que seguía de cerca Fernando Alonso tras haberse librado de Webber en los primeros metros, nada más arrancar la prueba. La primera parada en boxes se ha adelantado ligeramente. Pedro Martínez de la Rosa, en la retransmisión televisiva, preveía un primer pit stop en torno a la vuelta 20, sin embargo, los favoritos han comenzado a cambiar gomas a partir de la 15. Button se ha encontrado con tráfico al reincorporarse a pista, por lo que Alonso ha tratado, sin éxito, de adelantarle parando justo en la siguiente vuelta.
Accidente de Massa en el túnel
Mientras tanto, en posiciones más retrasadas, Massa y Hamilton se disputaban la posición (el inglés finalmente ha salido noveno a consecuencia de una sanción). Lewis ha tocado a Felipe en la curva de Loewe y, en esa misma vuelta, justo bajo el tunel le ha rebasado, como consecuencia de lo cual el brasileño ha perdido el control de su monoplaza y ha impactado contra las barreras obligando a sacar el coche de seguridad. Hamilton ha sido sancionado con un drive through, pero más bien pensamos que ha sido por el incidente anterior, pues en la maniobra de adelantamiento en sí no parece haber nada ilegal. Con el safety car en pista, Alonso ha entrado ha realizar su segunda parada y ha adelantado a Button, que lo había hecho instantes antes. Sin embargo, Vettel ha seguido en carrera con sus viejos neumáticos blandos (blandos por denominación, pero los más duros que había traido Pirelli para este Gran Premio), lo que parecía una estrategia suicida quedando unas 50 vueltas para el final. Treinta vueltas más tarde nadie tenía dudas de que en Red Bull saben perfectamente lo que hacen, y eran plenamente conscientes de que con esas gomas podían aguantar hasta el final de la carrera, aunque fuese sufriendo los continuos envites de Alonso y Button en los últimos giros.
Tramo final de carrera y segunda aparición del safety car
Las previsiones se cumplían, y Alonso echaba el aliento en el cogote a Vettel a falta de poco más de 10 vueltas para el final, mientras Button hacía lo propio con el asturiano. El inglés era el más rápido en pista en esos momentos, pues sus neumáticos superblandos se encontraban a pleno rendimiento. Sin embargo, la escasez de huecos para adelantar le impedía superar a sus rivales. Por el contrario, Vettel, el más lento de los tres en pista, empezaba a ver como sus gomas blandas (insisto, las más duras hoy) agotaban su vida útil mientras los pilotos encaraban la vuelta 70 de las 78 inicialmente previstas. Con sus neumáticos a punto de desfallecer, Vettel ha llegado a un grupo de doblados entre los que se encontraban Alguersuari, Petrov, Hamilton, y Heidfeld (algunos con una vuelta perdida y otros con dos). Semejante batiburrillo de pilotos ha terminado con varios de ellos colisionando en la zona de la piscina, saliendo especialmente malparados Alguersuari (abandono) y Petrov (abandono y evacuación en ambulancia aunque se encuentra bien). El coche de seguridad ha vuelto a salir y la dirección de carrera ha optado por sacar bandera roja, por lo que los pilotos han detenido sus monoplazas en la línea de meta a la espera de que se reanudara la carrera. Parecía el guión soñado para una gran producción de Hollywood, ahora con cuatro o cinco pilotos (las diferencias con Kobayashi y Webber que marchaban detrás de los de cabeza, lógicamente quedaban neutralizadas) jugándose la victoria en una carrera a 5 vueltas, teniendo en cuenta las diferencias en el desgaste de las gomas que acumulaban unos y otros. Sin embargo, la FIA ha permitido a todos los equipos cambiar los neumáticos de sus monoplazas, por lo que absolutamente todos han montado los superblandos que les quedaban en mejor estado, y nos hemos quedado sin duelo final por la victoria. Como ha dicho Marc Gené, para esto, que hubiese terminado la carrera detrás del safety car. Evidentemente, el piloto catalán habla desde su posición como empleado de Ferrari, pero lo cierto es que hubiera dado igual que lo hubiesen hecho así, pues nada ha cambiado en la reanudación. Victoria para Vettel (una más), escoltado por Alonso en segundo lugar, y Button en tercera posición.
Edito: Tras la carrera, los comisarios han decidido sancionar a Hamilton con 20 segundos de penalización por entender que el piloto inglés es culpable del accidente con Pastor Maldonado. Teniendo en cuenta esta sanción, la posición final de Hamilton no varía por lo que sigue siendo sexto.
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