Llega un momento en la vida en el que por pasión o por necesidad nos subimos a una moto. Si bien conducir una motocicleta no es algo complicado en la mayor parte de las circunstancias -cuando llueve sí que deberías tener en cuenta algunas consideraciones-, es normal estar algo desubicado la primera vez que nos sentamos en el asiento de un vehículo de dos ruedas.
Como la labor de enseñarnos a conducir una motocicleta le corresponde a la autoescuela, hoy quiero dar un repaso a un aspecto al que algunos conductores de estos vehículos no dan excesiva importancia: el equipo que ha de acompañarnos cuando nos subimos a una moto. No sería la primera vez que nos cruzamos por la carretera a un chaval joven subido a una moto en camiseta…
Demos un repaso a toda la información que necesitas para tomar decisiones inteligentes en la compra de tu equipo de moto, estar más cómodo, más seguro y, con suerte, ahorrarte algo de dinero en el proceso. En todo caso piensa que, si tienes posibilidades económicas para comprarte una moto cara, también deberías tenerlas para un equipo adecuado que incluya desde el casco hasta unos vaqueros para moto.
La importancia de un buen equipo
No sólo los conductores primerizos podrían cometer algunos errores de vestimenta muy comunes que, en caso de accidente, podrían pasarles factura, sino también los moteros más experimentado que, en muchas ocasiones, por pereza o por desconocimiento, no visten de manera adecuada cuando circulan en moto.
Sin embargo, recuerda que nos gusté o no, sólo hay dos tipos de moteros, los que se han caído y los que se van a caer, así que llevar la vestimenta adecuada marcará esa delgada línea existente entre salir por tu propio pie, en ambulancia… o directamente no salir. Además, las cosas han cambiado mucho, actualmente con la ropa custom y café racer ya no hay que renunciar a la moda para ser todo un rider.
Pensemos en un caballo a galope, cuya velocidad máxima ronda los 50-60 km/h. Una caída a esa velocidad ya duele, y mucho, hay quien se quedó en silla de ruedas por menos. Ahora piensa en una moto. Esa velocidad es, probablemente, la mínima a la que vas a circular, y todo ello suponiendo que circules sólo por la ciudad, donde por otra parte todo se complica con el resto de vehículos.
Nuestra piel, nuestros órganos y nuestros huesos no fueron diseñados para resistir impactos o abrasiones a esas velocidades. Por si no lo sabías, como regla general, puedes perder un milímetro de piel por cada milla por hora (1.6 km/h) que supera las 30 mph (48 km/h) cuando tienes un accidente. Como ejemplo: a 70 km/h habrías abrasado 1,35 cm de piel y músculo.
Sí, hablamos de lesiones muy graves únicamente causadas por la abrasión, por lo que cuanto mejor cubras tu cuerpo, menores riesgos de abrasión sufrirás. Y todo ello por no hablar de la temperatura, ya que has de tener en cuenta que la velocidad del viento reducirá drásticamente la temperatura ambiente. A mayor velocidad, más frío, algo que empeora con la lluvia.
Lo mismo ocurre con el calor, ya que un equipo adecuado puede ayudarte a transpirar mejor. Con una ráfaga de viento constante, el sudor es expulsado de la piel demasiado rápido como para que te permita refrescarte, pero con la chaqueta, el casco, las botas, los guantes y los pantalones pertinentes, tu cuerpo se enfriará tal y como está diseñado para ello.
Afortunadamente, la humanidad ha logrado a través de la ciencia lo que la evolución no ha podido proporcionarnos: ropa que nos protege de los accidentes y las condiciones meteorológicas (ver consejos y técnicas para conducir una moto con lluvia), haciendo que conducir sea una experiencia no sólo más placentera, sino también más fácil y cómoda. Tomémonoslo en serio y aprovechémoslo.
El casco
Recuerda que el uso del casco está regulado por ley, así que es obligatorio, no como otros elementos del equipo de los que hablamos en este artículo. Así lo recoge el Reglamento General de Circulación 1428/2003 del 21 de noviembre en su artículo 118.1, modificado en el posterior Real Decreto 965/2006. La multa por no llevarlo es de 200 euros y tres puntos.
Algunos estudios aseguran que el 45 por ciento de los impactos que se producen en el casco de un motorista en caso de siniestro tienen lugar alrededor de la cara. Es por ello que, a la hora de comprar un casco, debes tener este dato en cuenta para optar por un casco integral, un casco de tres cuartos o un casco que te deje la cara totalmente descubierta.
Lo más recomendable es que optes por un casco integral si te mueves por entornos urbanos y con motocicletas medianamente potentes, ya que no sólo estarás más protegido frente a un accidente, sino también frente al molesto viento en la cara y los posibles insectos que puedan impactar a gran velocidad contra ti. Para practicar motocross, usa un casco específico para ello.
Los cascos integrales son los más seguros con diferencia. El resto protegen muy bien tu cabeza, pero poco tu cara.
En aquellos lugares donde hace mucho calor y/o, en pleno verano, es cierto que un casco integral puede resultar molesto a pesar de su buena ventilación. Ya optes por un casco integral o uno abierto para esta situación, conviene elegir un modelo con colores vivos o inserciones reflectantes que te hagan más visible; y con pantalla ahumada o gafa solar retráctil integrada.
Has de ser consciente de que los cascos de moto suelen tener una vida útil de aproximadamente cinco años. Pasado este tiempo, por muy buena que sea su calidad, el pegamento empleado para unir las capas del EPS (Espuma de Poliestireno Expandido), el material de absorción de impacto, puede comenzar a degradarse, lo que afecta a tu seguridad.
Al igual que ocurre en los vehículos, que cuentan con zonas de deformación, los cascos de moto están diseñados para “autodestruirse” en un choque, disipando con ello la energía que, de otro modo, se transferiría a su cabeza. Puede que no lo aprecies a simple vista, pero a veces un casco puede estar dañado tras un impacto, sin signos visibles de ello.
No menos importante es el lugar donde compramos el casco, ya que sí se trata de un distribuidor oficial, mejor que mejor. Piensa que comprar un casco de segunda mano o misteriosamente barato que podría estar dañado puede costarnos la vida en caso de accidente. Además, el casco debe estar homologado.
En Europa, la homologación del casco se ciñe al Reglamento número 22, que ha dado lugar con el paso de los años a la normativa ECE/ONU R22.05. Es por ello que, en todos los cascos europeos, debe de aparecer una pegatina en la que aparezcan los siguientes elementos, sino corres el riesgo de ser sancionado:
- La «E» corresponde a Europa y el número, al país donde se ha realizado la homologación. A España le corresponde el número 9.
- En cuanto a los dígitos de debajo:
- Los dos primeros números indican la norma (05 indica la última versión de la ECE/ONU R22).
- Los cuatro siguientes, el número de homologación.
- La letra, la seguridad del casco y el nivel de seguridad según el modelo: P o Protectivos -la más alta- para los integrales y algunos modulares; N/P o No Protectivos para los que no protegen la mentonera -algunos modulares-; y J o Jet para modelos abiertos.
- Los últimos cuatro números, representan el número de serie del casco.
País | Norma de homologación |
USA | DOT y Snell |
Europa | ECE/ONU R22 |
Brasil | NBR 7471 |
Taiwán | CNS |
Australia | AS 1698-2006 |
Japón | SG ó JIS |
Nueva Zelanda | NZ 5430 |
Corea | KS G 7001 |
Malasia | SIRIM |
Tailandia | TIS |
India | IS 4151 |
Singapur | PSB |
Canadá | CSA CAN3-D230-M85 |
Número | País | Número | País |
1 | Alemania | 14 | Suiza |
2 | Francia | 15 | Noruega |
3 | Italia | 16 | Finlandia |
4 | Países Bajos | 17 | Dinamarca |
5 | Suecia | 18 | Rumanía |
6 | Bélgica | 19 | Polonia |
7 | Hungría | 20 | Portugal |
8 | República Checa | 21 | Rusia |
9 | España | 22 | Grecia |
10 | Yugoslavia | 23 | Irlanda |
11 | Reino Unido | 24 | Croacia |
12 | Austria | 25 | Eslovenia |
13 | Luxemburgo | 26 | Eslovaquia |
No es necesario gastarse mucho dinero para tener un casco con una protección más que adecuada, lo importante es elegir aquél que se adapta al uso que le vamos a dar. Los cascos más caros generalmente cuestan más porque usan materiales más caros para la construcción de la carcasa, como un tejido de fibra de vidrio, de Kevlar o de fibra de carbono.
Esto puede hacerlos más ligeros, pero no los hace más seguros. Gastar mucho dinero en un casco de marca te proporcionará cosas como la calidad de la pintura, los gráficos más vistosos o una ventilación más sofisticada, pero no necesariamente una mayor seguridad, para eso está la homologación. Igualmente, la forma y el tamaño de la cabeza de cada persona es único.
Lo mejor que puedes hacer es ir a una tienda y probarte los distintos modelos y tamaños. El casco ideal es aquél que te cubre la cabeza de manera uniforme, sin puntos de presión. Para probártelo, póntelo en la cabeza, agárralo de la barbilla e intenta girar el casco mientras resistes el movimiento con la cabeza.
El casco no debería poder moverse. Pero ojo, que eso quiere decir que ha de quedar ajustado a nuestra cabeza, no demasiado apretado cortándonos poco menos que la respiración. Otras consideraciones que debes de tener en cuenta son el peso, el ruido y la aerodinámica del casco, dentro del tipo de casco específico por el que te has decantado.
La chaqueta
La chaqueta es nuestra segunda piel cuando vamos en moto, siendo la encargada de proteger nuestros brazos, espalda, costillas y órganos. Su importancia resulta evidente, por lo que decantarse por una chaqueta u otra dependerá de nuestras preferencias en seguridad y comodidad. Se dividen en dos categorías: cuero y cordura.
Los materiales textiles de alta calidad como la cordura -un tipo de nylon, aunque mucho más resistente- son capaces de resistir la abrasión tan eficazmente como el cuero. La cordura se emplea para la parte exterior de las chaquetas y se combina con otros materiales impermeables y transpirantes como el Gore-Tex para lograr flexibilidad, aislamiento y protección.
Por su parte, el cuero dura mucho más y se ajusta más al cuerpo, pero también es más caro, no transpira en verano, es frío en invierno y no sólo no es impermeable sino que se estropea con el agua. Eso sí, en ambos casos encontraremos toda una serie de características específicas para motoristas.
Algunas chaquetas de moto llevan las protecciones incorporadas y otras no. Suele haber dos diseños: hasta la cintura y de tres cuartos, con diferentes estéticas y protecciones para adaptarse a los tipos de motos.
Entre ellas cabe destacar los refuerzos en las costuras para evitar roturas o abrasiones en una caída, la resistencia al viento, la capacidad para sellar el aire frío o dejar pasar el aire a través de pequeñas rejillas y las protecciones adicionales en diversos puntos, hechas de un material que absorba los impactos y amortigüe el impacto con las partes más vulnerables del cuerpo.
Si optas por una chaqueta con protecciones (tórax, codos, espalda…), debes fijarte en que estas sean reales -no gomaespuma como en algunos casos- y cuenten con la calificación de seguridad CE1 (básica) o CE2 (máxima). Esta ha de quedarte ajustada, pero permitirte total movilidad de los brazos de acuerdo con la postura de conducción de tu moto.
Ten en cuenta que la postura no es igual en un scooter que en una moto deportiva, al igual que la climatología no es la misma durante todo el año. Por ello, también has de considerar el clima habitual de tu lugar de residencia, pues las chaquetas de malla, de cuero perforado o con muchos respiraderos son buenas para el clima cálido, pero no para el frío o la humedad, y viceversa.
Los pantalones
Está claro que a todos nos quedan estupendamente los vaqueros, pero casi que mejor los dejamos para pasear, al igual que las faldas. Los pantalones convencionales no están pensados para resistir un accidente de motocicleta, incluso aquellos que integran paneles de Kevlar en los pantalones podrían resultar algo limitados ante una prolongada abrasión.
La verdadera protección la proporcionan los pantalones de motorista, que al igual que las chaquetas pueden estar fabricados en cuero o en resistentes materiales textiles. Obtienen la misma calificación de seguridad que la parte superior para sus protecciones y deben quedarnos bien ajustados, siempre permitiéndonos una amplia movilidad de las piernas.
Si te decantas por unir pantalones y chaqueta, asegúrate de que el fabricante anuncie la compatibilidad de la pareja. Si los nombres son idénticos, es un buen indicio, pero busca siempre la presencia de una cremallera. Además, hay modelos ‘todo en uno’ con distintas capas para utilizar durante las cuatro estaciones del año.
Las botas
La mayor parte de las motos pesan más de 150 kilogramos, siendo mucho más pesadas la mayoría de ellas. Un peso que deberás soportar junto al tuyo a través de las piernas, rodillas, tobillos y pies, algunas veces sobre superficies resbaladizas, irregulares e impredecibles. Y dicho esto, creo que queda claro porqué las botas son importantes.
Debemos elegir, como mínimo, unas botas que posean suelas antideslizantes -resistentes al aceite a ser posible- y un buen soporte para el tobillo. Además, piensa que los pies y los tobillos también son vulnerables en un accidente, por lo que querrás tenerlos protegidos con, al menos, una suela que no se doble fácilmente (gracias a una placa de metal).
Normalmente, las botas para motoristas también cuentan con refuerzos metálicos en la punta y el talón, ofreciendo incluso, si son bastante altas, protecciones para tobillos y espinillas. Unas botas para motoristas deben superar, como mínimo, el tobillo. De lo contrario, en un accidente serán de poca utilidad.
Los guantes
Las manos son uno de los elementos más frágiles de nuestro cuerpo y también uno de los más necesarios, por lo que debemos protegerlas siempre que podamos. Piensa que, en un accidente, lo primero que vas a poner para evitar un impacto son las manos, por lo que unos guantes de moto deben tener una protección elevada.
Los guantes de moto deben cubrir completamente los dedos, la palma, la parte posterior de las manos y las muñecas, contando con una correa de sujeción alrededor de estas últimas para evitar que salgan despedidos. Además, debe haber una superposición significativa entre el guante y la chaqueta, a fin de que en ningún caso quede piel expuesta entre ambos.
Es importante buscar guantes con buena fijación a la mano y de materiales resistentes como el Kevlar, que son altamente eficaces ante la abrasión y cuentan con costuras fuertes y protegidas. Junto al material, no menos importante es la protección que ofrece el guante en la palma de la mano, pues muchos la traen solo en los nudillos.
Sin embargo, es la palma la que recibe mayores impactos, por lo que debes buscar materiales que se deslicen sobre el pavimento -en lugar de engancharse- y que ofrezcan cierta protección contra impactos. Cualquier protección adicional es bienvenida, pero ten en cuenta que el guante debe permitirte operar los controles de la moto sin impedimentos.
Las protecciones adicionales
Si optas por comprar el equipo de moto sin protecciones incorporadas, te recomiendo que compres estas aparte, pues serán las encargadas de absorber la energía del impacto que, de otro modo, se transferiría a tus articulaciones, extremidades y cuerpo. Al igual que el resto del equipo, deben quedar fijas y permitir una total movilidad.
Igualmente, deben cumplir con las normas de homologación antes mencionadas. Ten en cuenta que las de Nivel CE1 son menos seguras, pero a menudo más ligeras, más flexibles y más baratas, además de transpirar mejor. Además, cuanto más cubra la protección mejor, especialmente en el caso de la espalda -desde el coxis a la base del cuello-.
Pero no sólo puedes comprar protecciones para añadirlas de forma externa a tu traje, sino también para mejorar o sustituir las que vienen con tu equipo. Para ello, verifica si los elementos de tu equipo de moto tienen las protecciones removibles y son sustituibles a través de cremalleras o velcros. Normalmente, protecciones y equipo han de ser del mismo fabricante porque están hechas a medida.
Otros elementos
Hay una serie de complementos al margen del equipo de motorista que son recomendables cuando circulamos a los mandos de una moto. Podemos distinguir especialmente tres:
- Ropa larga: la ropa larga -en pies, manos, cabeza, cuello…- es tan recomendable en invierno como en verano, ya que en el primer caso nos protege del frío y del viento y, en el segundo, trabaja con nuestro proceso de enfriamiento natural para facilitar la absorción de la humedad, manteniendo el cuerpo fresco y sin sudor. Lo importante en este caso es el material de la ropa.
- Tapones para los oídos: el interior de un casco de moto puede ser tan ruidoso como un motor a reacción a velocidades de autopista, por lo que usar tapones para los oídos para maximizar la comodidad y preservar tu audición a largo plazo nunca está de más.
- Protección para los ojos: al igual que en el coche llevas gafas de sol, puedes hacerlo en una moto. Como llevar gafas con un caso es algo complicado, te recomiendo que optes por una visera tintada, pero ojo, que su uso no es recomendable por la noche, así que deberás llevar siempre contigo también una visera trasparente o, en su defecto, optar por este curioso invento.
Genial el articulo, y muy completo. A veces se nos olvida lo que tenemos en juego y dejamos a un lado la seguridad en la moto por ejemplo con un buen casco de moto o una buena chaqueta por ahorrarnos unos pocos € o porque simplemente es más bonito.