Estarás cansado de oír que el mantenimiento es indispensable para preservar la vida útil del vehículo. El cambio de aceite, la revisión de bujías o la comprobación de los neumáticos son las tareas más comunes. Si bien es cierto que la mayoría de propietarios siguen las pautas de revisión del fabricante, algunos componentes como el filtro gasolina pueden pasarse por alto.
El filtro de gasolina cumple una función esencial en el motor de un coche. Te hemos hablado del filtro de aceite, del filtro de aire e incluso del filtro de partículas, así que en esta ocasión trataremos las cuestiones relacionadas con el filtro de gasolina ¿Sabes cuál es su función? ¿Tienes claro cuándo sustituirlo? ¿Sabrías dónde ubicarlo en un vehículo.
Tranquilo, aquí te explicamos todas las claves.
¿Cuál es la función del filtro gasolina?
La gasolina es un tipo de combustible que, como sabrás, puede contener impurezas. Estas impurezas se acumulan en el depósito e incluso se introducen por el surtidor en el momento de repostaje. Se dice que el polvo, las resinas o desechos acumulados en la gasolina son uno de los principales enemigos del motor de un coche, sobre todo para los inyectores.
La función del filtro de gasolina es retener las impurezas del combustible, a fin de preservar la integridad del motor. El filtro de gasolina decanta las partículas indeseadas a través de un tamiz, que se compone de una celulosa tratada. El filtro se alberga dentro de una carcasa de plástico, aunque para motores con altas presiones de inyección suele ser una carcasa metálica.
¿Dónde se ubica este filtro?
La ubicación del filtro de gasolina puede variar según las preferencias del fabricante. Por lo general, estos suelen situarse en el vano motor, en los bajos del coche o, en algunos casos concretos, en el depósito de combustible. Localizarlos es fácil, ya que, como hemos citado, suelen encontrarse en una carcasa cilíndrica de metal o de plástico.
Si tienes dudas sobre cómo encontrarlo, lo ideal es mirar el manual de usuario. Hay que tener en cuenta que los vehículos que montan bomba de gasolina sumergida cuentan con otro filtro especial en el depósito. Este, cuyo tamiz es menos espeso, hace la función de sedimentar las impurezas más gruesas, además de trabajar conjuntamente con el filtro de gasolina principal.
¿Cada cuánto hay que cambiar el filtro gasolina?
El intervalo de sustitución del filtro de gasolina siempre vendrá estipulado en las pautas de mantenimiento del fabricante. Estas suelen estar indicadas en el manual de usuario, junto con los cambios de aceite, filtros de aire o bujías, por ejemplo. La regla general estima que el filtro de gasolina debe sustituirse aproximadamente cada 60.000 km o cuatro años.
Si tienes dudas sobre cuándo le toca a tu vehículo, ponte en contacto con un profesional cualificado. El filtro de combustible que se ubica en el depósito, junto con la bomba de combustible, no suele precisar de mantenimiento. De hecho, está pensando para que dure toda la vida útil del vehículo, a menos que el mecánico crea conveniente su sustitución.
¿Cómo saber si el filtro está en mal estado?
Si has perdido la cuenta de cuando cambiaste por última vez el filtro de gasolina, existen algunos indicios para saber si ya es necesario. Si el filtro de gasolina está obstruido, no llega suficiente combustible al motor, así que notaremos que este no se comporta como debería.
Para ayudarte, los síntomas comunes de un filtro de gasolina en mal estado son:
- El motor no arranca o le cuesta arrancar: si el filtro se tapona, el paso de combustible es limitado, con lo que no llega suficiente gasolina en la cámara de combustión. La dificultad de arranque será uno de los principales síntomas, además de notar un fuerte olor a gasolina y humo negro en el escape.
- Temblores a ralentí: es probable que con el motor en marcha y el vehículo parado notes algunos espasmos. Esto se debe a la interrupción intermitente del paso de combustible, ya que el filtro está obstruido.
- Pérdida de potencia: si se corta el suministro de combustible, también merma la potencia del motor. Lo vas a notar sobre todo en adelantamientos o en demandas de alta potencia. Ten en cuenta que la falta de prestaciones en momentos en la que se precisa, puede ser un riesgo grave de accidente.
- Alto consumo de combustible: si la cifra de consumo es mayor a lo habitual, es probable que se trate de un mal estado del filtro. Al tener poca presión en la cámara de combustión, la gasolina no se quema correctamente. Como consecuencia, el conductor nota falta de potencia, así que presiona más el pedal del acelerador. En este caso, el motor recibe más gasolina que no se quema y que acaba expulsándose por el escape.
¿Cómo cambiar el filtro de gasolina?
La sustitución del filtro de gasolina puede ser un trabajo delicado. En caso de que algún elemento no se coloque correctamente, podría darse una pérdida de combustible. Esta pérdida podría acabar incendiando el vehículo, así que lo más recomendable es ponerse en contacto con un profesional cualificado.
Si pese a ello estás hecho todo un manitas, los pasos para cambiar el filtro de gasolina son:
- Descebar el circuito de combustible. Para ello, puedes desconectar la bomba, si es que es de fácil acceso, o desconectar el fusible del circuito. Justo después intenta arrancar el vehículo, de tal forma que el combustible de los conductos sea consumido. Cuando después de arrancar el vehículo este se haya parado, significa que hemos descebado el circuito de combustible.
- Preparar una bandeja para evitar dejar manchas. Ten en cuenta que, cuando retires el filtro, los conductos tendrán residuos de gasolina, así que puede que haya chorreo. Realiza los trabajos en una zona libre de sol y con temperaturas moderadas, además de tener el motor siempre en frío. Recuerda que si el combustible entra en contacto con una pieza con alta temperatura, puede iniciarse una combustión.
- Localiza el filtro de combustible. Como hemos dicho, suele estar ubicado en el vano motor o en los bajos del vehículo. Una vez encontrado, desarma su mecanismo de sujeción. En muchos casos viene fijado por una abrazadera, que cuenta con un tornillo que lo ajusta. En otros casos se ubica en un recipiente, así que tendrás que aflojar sus tornillos. Una vez lo tengamos desmontado, retira el filtro viejo y almacénalo siempre en el contenedor adecuado.
- Ahora toca preparar el nuevo filtro. Para ello, retira el envoltorio de este y examina que no tenga desperfectos. La gran mayoría vienen protegidos por unos clips de seguridad, que no permiten que se deformen sus elementos de sujeción. Retira los clips y revisa en qué posición debe colocarse. Normalmente, el sentido de montaje se indica con flechas, con lo que no suele tener pérdida. No te equivoques, porque si se monta al revés puedes acabar con una seria avería.
- Monta el nuevo filtro en la posición adecuada. En muchos casos puede llevar juntas especiales, las cuales deben de ser lubricadas con un poco de combustible. Justo después, coloca los elementos que lo sujetan y aprieta los tornillos. Vigila que todo esté bien montado y que no haya elementos que descuelguen.
- Arranca de nuevo el vehículo para volver a cebar el circuito de combustible. En los motores con bomba eléctrica, con dar y quitar contacto el circuito recibe combustible. Ten en cuenta que le costará un poco arrancar, pero es lo normal en estos casos. Una vez tengamos el motor en marcha, por seguridad, vigila que no haya fugas de combustible.
¿Por qué es importante cambiar el filtro gasolina?
Cambiar el filtro de combustible, según la pauta indicada por el fabricante, es esencial por tres razones:
- Prolongación de la vida útil del motor: un filtro de combustible obstruido no solo puede estropear el sistema de inyección, sino otros componentes importantes. Ten en cuenta que un motor correctamente mantenido es un motor con menos posibilidades de rotura.
- Combustión eficiente y rendimiento óptimo: si el filtro de combustible está en buen estado, el sistema de alimentación proporciona una combustión eficiente. Y una combustión eficiente logra obtener las máximas prestaciones del motor. De lo contrario, un filtro obstruido no permite un correcto paso de combustible, hecho que se traduce en peores valores de rendimiento y eficiencia.
- Reducción de gases contaminantes: una combustión incompleta provoca la emisión de mayores gases tóxicos para la atmósfera. En este caso, la gasolina de las cámaras de combustión no es quemada correctamente, dado que la combustión es ineficiente. Este es expulsado libremente por el escape y generando un riesgo para la salud pública.
Artículo de Joan Bassa Moragues