El pasado miércoles finalmente se desveló una de las grandes apuestas de la compañía bávara de cara a los próximos años: el BMW X2. Tras conocer todos los detalles y especificaciones del nuevo SUV, fuimos muchos los que nos preguntamos hasta qué punto tiene sentido este modelo existiendo ya el BMW X1. Quizás sea puramente una necesidad de la marca para ocupar ese hueco del mercado y atraer a un mayor número de clientes que escapaban a la competencia, o quizás no tenga tanto sentido teniendo ya un SUV que en su primera generación vendió nada menos que 730.000 unidades y en esta segunda promete arrasar de nuevo con una estética renovada.
Sea lo que sea, el debate sigue abierto y la semana pasada ya os propusimos una comparativa visual entre ambos modelos para que fuerais vosotros mismos los que pudieseis juzgar. Sin embargo, a lo largo del día de ayer también tuve la oportunidad de conocer en persona el nuevo BMW X2, y lo cierto es que quizás sí que tenga más sentido su llegada al mercado de la que parecía inicialmente… Es por ello que hoy os voy a dar cuatro razones por las cuales merece la pena tener este modelo en la cartera de productos.
1. Diseños más diferenciados de lo que parece
Desde BMW nos prometieron que el X2 iba a ser idéntico al concept que le precedió en un 90% de componentes, y lo cierto es que se ha mantenido fiel al prototipo original, con un diseño que exuda personalidad y estrenando un nuevo acabado M Sport X que incluye algunos detalles diferenciadores a nivel estético. En persona es bonito, especialmente en la zaga, donde se muestra tan musculoso como deportivo.
Por otra parte y, mientras que las grandes ruedas y el habitual diseño cuadrado subrayan el carácter funcional de la serie X, la larga distancia entre ejes, la línea del techo alargada, el diseño plano de las ventanas, la atlética línea de cintura, los voladizos cortos y la gran inclinación del montante C en la dirección de marcha otorgan al cuerpo del prototipo un aspecto plano y deportivo, al tiempo que la interacción de las superficies oscuras de revestimiento con el expresivo color de la carrocería transmite la impresión de una silueta aún más delgada.
El X2 hace uso de la plataforma UKL ya conocida en los BMW X1, Serie 2 Active Tourer/Grand Tourer y MINI Countryman, lo que le proporciona una batalla considerable, aunque en términos de espacio es algo más pequeño que un X1. Con una longitud de 4,36 metros, se convertirá en el crossover más pequeño del fabricante alemán, resultando 8 cm mas corto y 7 cm más bajo que el X1. Esto le aporta una mayor fuerza visual al conjunto, incrementando la sensación de aplomo y deportividad de su hermano de gama. Pueden parecer muy similares, pero en directo las diferencias son palpables, tanto en diseño exterior como en dimensiones.
El diseño de las ventanas termina en una curva Hofmeister interpretada con gran dinamismo, al igual que ocurre en el nuevo BMW Serie 5. Junto con el logotipo en el montante C, esta es una característica clásica y deportiva en la historia de BMW.
A nivel de mercado, aunque pueda parecer un serio rival para el Audi Q2 o incluso el Mercedes-Benz GLA, el BMW X2 está situado en un escalón superior por tamaño, con una longitud idéntica a la del SEAT Ateca, lo que le sitúa en un segmento C-SUV. Esto tiene sus pros y sus contras, ya que aquellos clientes atraídos por su diseño de turismo compacto elevado, más similar al del Q2 o el GLA, también se encontrarán con un precio superior, parecido al del BMW X1, y es que al fin y al cabo no olvidemos que el X2 trata de posicionarse un peldaño por encima de este.
2. Curiosidades en el interior
A primera vista todos pensamos que el X2 teñía un interior idéntico al del X1, pero al acceder al habitáculo descubrimos que hay algunas diferencias. Si, el diseño del interior sigue las pautas de estilo ya conocidas en BMW, con un salpicadero bastante racional y cómodo en la distribución de los mandos, pero en este caso parece flotar sobre nuestras piernas. En comparación con el X1 resulta algo más futurista visualmente. Además, incorpora las últimas novedades del sistema multimedia ya vistas en el recién presentado BMW X3, con compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto sin necesidad de cables o una pantalla principal que podrá tener hasta 8,8 pulgadas.
Entre los elementos de equipamiento, BMW resalta la posibilidad de incluir el Head Up Display, un asistente al aparcamiento automático, asistente de retenciones, faros LED, tapizado en piel, asientos eléctricos y térmicos, techo panorámico doble, cámara posterior, Wi-Fi o nuevos servicios conectados, todo ello en un envoltorio de la máxima calidad. Los materiales, ajustes y tapizados del interior se han cuidado especialmente, con superficies acolchadas y de tacto blando en prácticamente todo el interior, incluso en las partes superiores de las puertas y el maletero. Si, será similar al X1 en precio, pero en calidades y equipamiento la cifra estará justificada.
Respecto al espacio de carga, el maletero del BMW X2 resulta algo más pequeño que el del BMW X1 dado su enfoque. Cúbica un total de 470 litros, lo que supone un total de 80 litros menos que este, que tiene 550 litros. De esta forma, el X1 queda reservado para aquellos que busquen mayores dosis de espacio, tanto en el maletero como en el habitáculo, ya que cuatro personas de aproximadamente 1,90 metros pueden viajar con gran comodidad tanto por altura como por anchura, pero cinco ocupantes irán bastante juntos. En este aspecto, el X1 es más familiar.
3. Deportividad ante todo
Como ya he señalado anteriormente, el BMW X2 tiene un enfoque completamente distinto al del BMW X1. Está pensado para gente joven y extrovertida, dejando ligeramente de lado el ámbito familiar para centrarse en la deportividad. Es cierto que los motores de ambos y las posibilidades de tracción serán prácticamente idénticas, pero el centro de gravedad más bajo hará del X2 un crossover bastante divertido a la hora de enlazar curvas (o, al menos, eso esperamos).
En el momento del lanzamiento los interesados podrán elegir el sDrive20i con el bloque de gasolina de dos litros, turbo y 192 CV, con el que el X2 será capaz de alcanzar los 227 km/h y pasar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. Estrenará una caja de doble embrague con siete velocidades. La alternativa diésel será la denominada xDrive20d con un bloque también de dos litros con 190 CV de potencia. Aquí se hará uso del sistema de tracción total a las cuatro ruedas y empleará la caja automática de ocho velocidades. Alcanzará los 221 km/h y acelerará de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos.
Más adelante BMW ha confirmado la introducción de las versiones sDrive18i con un mejorado motor 1.5i Turbo de 140 CV (tres cilindros), los sDrive18d/xDrive18d con el dos litros de 150 CV y, aunque no es oficial, alguna alternativa en gasolina de corte picante con potencia superior a los 200 CV. Casi con total seguridad esta vendría a denominarse X2 M40i, ya que una versión M-Performance sí que se nos confirmó durante el evento y esta debería seguir la línea del resto de modelos deportivos de la gama.
El compromiso de BMW con el medio ambiente también pasa por la creación de una variante i-Performance, un híbrido-enchufable que veremos más adelante, aunque por ahora los detalles son desconocidos.
Respecto a su ambicioso enfoque hacia la gente joven, atrevida y desenfadada, el principal hándicap que le veo es nuevamente el precio, ya que un elevado poder adquisitivo no se da normalmente entre los más jóvenes. Aun tendremos que esperar para conocer todos los precios, ya que el modelo se presentara oficialmente en el Salón del Automóvil de Detroit y llegará a los concesionarios en marzo de 2018, pero durante el evento nos adelantaron que estaría económicamente al nivel del X1. Por otra parte, habrá que ver las opciones de financiación, ya que estas podrían resultar bastante interesantes para atraer a ese público objetivo de menor edad.
4. Porque es BMW y se lo pueden permitir
Lo sé, suena bastante prepotente, pero es la realidad pura y dura. Ya en 1999 el fabricante bávaro fue uno de los pioneros en el segmento SUV con el BMW X5 y, a día de hoy, el éxito de este tipo de modelos nos ha quedado a todos bastante claro. De hecho, la primera generación de este modelo ha sido el mayor éxito de BMW desde el Serie 3, vendiéndose más de 625.000 ejemplares del mismo. Algunos años después, en 2008, con el segmento SUV en pleno crecimiento, BMW llegó y se sacó una nueva denominación de la manga: SAV, Sport Activity Vehicle. Bueno, una nueva denominación e incluso un nuevo segmento, el de los todocaminos coupé. Sí, hablamos del BMW X6, un modelo que posteriormente ha dado lugar al BMW X4 y que incluso otras marcas han querido imitar, no hay más que ver los Mercedes-Benz GLE y GLC Coupe o el futuro Audi Q8.
Lo cierto es que la gama de productos de la marca germana es bastante extensa, quizás demasiado, y no es la primera vez que hemos oído rumores de que los recortes de la misma están cerca. Dicho esto, ¿entonces qué sentido tiene un X2 si las diferencias con el X1 no son tan abismales y no va a ser un modelo de volumen? Muy sencillo, pensemos por un momento en los costes de desarrollo. Hablamos de un modelo cuya plataforma ya está desarrollada y está siendo amortizada por varios modelos de volumen, lo mismo que ocurre con los materiales, la electrónica, el sistema multimedia y un largo etcétera. Es decir, estamos ante un modelo cuyos costes de desarrollo no son exagerados y, al precio de venta que llegará, pérdidas no va a generar.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la reputación de la marca. A lo largo de la historia, BMW se ha asociado a emoción al volante, a diversión curva tras curva. «¿Te gusta conducir?» A todos nos suena esa frase e incluso aquellos a quienes no les interesa los coches lo más mínimo saben relacionarla a la firma alemana. BMW necesita sacar vehículos pasionales para el público porque esa filosofía es la que ha acompañado a sus modelos a lo largo de toda la historia, y el X2 no es otra cosa que la última representación de la esencia BMW en el formato más demandado por los usuarios.