Los Chevrolet Tahoe y Suburban RST son dos de esos modelos que nos hacen admirarlos cada vez que nos cruzamos con ellos por la carretera, aunque es cierto que podrían ser aún más lujosos y tener un aspecto mucho más agresivo. Sin embargo, General Motors nunca quiso ir más allá y producir una versión más radical, lo que puede ser un problema si los comparamos con el Jeep Grand Cherokee Trackhawk, al cual, por cierto, Hennessey le sacó la escalofriante cifra de 1.025 CV.
Y es que aunque para la mayoría de mortales 365 CV y 545 Nm sean suficientes, siempre habrá gente que exija algo más, así que Hennessey Performance nos ofrece la posibilidad de instalar una actualización del sistema de sobrealimentación denominada HPE650 para aprovechar al máximo el rendimiento de estos monstruos. De esta forma aumentaremos su potencia hasta alcanzar los 568 CV y 790 Nm de endiablada potencia bajo nuestros pies, nada menos que 203 CV añadidos a su enorme motor V8.
Cualquier despistado que viera este Tahoe podría pensar que es un simple 4×4 de lujo, pero en cuanto hundamos el pie en el acelerador nos daremos cuenta de todo lo contrario, ya que su tracción trasera no es nada fácil de controlar y nos regala una banda sonora digna de película. Además, al igual que en otros paquetes de Hennessey, también pueden añadirse de manera diferentes distintivos o placas que acrediten el número de serie de cada unidad firmada por John Hennessey, alfombrillas personalizadas y una garantía de tres años o 60.000 kilómetros.
Quizás lo único que vayamos a echar de menos es una modificación en su suspensión para hacerla algo más baja y poder solucionar los problemas de estabilidad cuando todo el par se manda a las ruedas traseras, mientras tanto sólo podremos combatirlo con unas buenas manos al volante. Tener un accidente con este Chevrolet Tahoe sería desastroso a la vez que demasiado caro, y es que quizás 568 CV no deberían estar al alcance de cualquiera.