Lo que hoy conocemos como Mercedes-Benz tiene una curiosa historia a sus espaldas, pues hablamos de dos empresas que se fusionaron en 1926. En realidad, el nombre de Mercedes se puso en honor a una niña que, por aquél entonces, apenas tenía 11 años, y lo cierto es que Mercedes tampoco era su nombre.
Mercedes era el alias con el que cariñosamente se referían a ella en su casa, pues su nombre real era Adrienne Manuela Ramona Jellinek. Su padre no era otro que Emil Jellinek, un importante hombre de negocios y cónsul diplomático que sentía la misma devoción por su hija que por las carreras automovilísticas.
El señor Jellinek llegó incluso a competir con algún bólido de la época, pero no fue hasta 1900 cuando encargó a la empresa DMG (Daimler Motoren Gesellschaft), fundada por Gottlieb Daimler, que le fabricase una flota de 36 automóviles, los cuales deberían denominarse Daimler-Mercedes.
El primer vehículo con este melódico nombre español, el Mercedes 35 PS, causó sensación durante una carrera celebrada en Niza en marzo de 1901. No sólo por su avanzada tecnología, que le permitió ganar varias carreras con bastante ventaja, sino también por su diseño extraordinariamente elegante.
Jellinek pasaría así a convertirse en el distribuidor exclusivo de Daimler para Austria-Hungría, Francia, Bélgica y los Estados Unidos. Dado su éxito, ambas empresas firmaron un acuerdo para continuar con la fabricación de vehículos y, en 1903, la empresa pasó a llamarse Emil Jellinek-Mercedes.
El nombre se registró como marca comercial el 23 de junio de 1902.
El nombre de Mercedes se hizo cada vez más fuerte y, en 1926, ya con Jellinek fallecido, Daimler firmó un acuerdo con la empresa Benz, otro de los grandes de la automoción fundada por Karl Friedrich Benz, naciendo entonces Daimler-Benz AG. Cabe señalar dos anécdotas en la vida de la compañía.
Por una parte, que los ingenieros más importantes de la misma fueron Ferdinand Porsche y Wilhelm Maybach, quienes abandonaron la empresa para crear su propia marca de automóviles (Daimler-Benz compraría Maybach años después); y por otra, que el logotipo de la estrella tiene su origen en una postal que Jellinek escribió a su hija Mercedes.
Las puntas de la estrella señalan la tierra, el mar y el aire, elementos en los que los motores Daimler habían sido pioneros.
A lo largo de toda su historia, sus productos han destacado por la introducción de las tecnologías más avanzadas como, por ejemplo, el motor de inyección o el ABS. En 1998 Daimler-Benz, empresa matriz de Mercedes-Benz, se fusionó con Chrysler Corporation dando lugar a Daimler-Chrysler, aunque esta se vendió en 2007.
En 2010, Daimler firmó un acuerdo con Renault que aún se mantiene, por el cual ambas compañías comparten tecnologías y desarrollos. Hasta hoy, Mercedes-Benz es la única marca de automoción con un nombre femenino. Las mujeres como Mercédès Jellinek o Bertha Benz han marcado la historia de éxito de Mercedes-Benz desde sus inicios.