Es posible que hoy en día relaciones Toyota con vehículos híbridos, pero lo cierto es que desde hace 70 años también es sinónimo de durabilidad, fiabilidad y la máxima capacidad para llevar a sus propietarios allá donde necesiten, y traerles de vuelta. Esos son los principales rasgos distintivos de la gama 4×4 de Toyota.
Recientemente hemos tenido la oportunidad de subirnos a toda la gama con tracción total de la firma nipona en algunas de las condiciones más exigentes, y lo cierto es que sorprende hasta dónde son capaces de llegar estos «cacharros». Actualmente la componen dos todoterrenos, el Land Cruiser y el Hilux; y dos SUV híbridos eléctricos, los RAV4 y Highlander Electric Hybrid.
Como ahora veremos, la apuesta de Toyota por los vehículos de tracción 4×4 se remonta a 1951, cuando se lanzó el Toyota Jeep BJ, y que años más tarde cambiaría al que hoy conocemos como Land Cruiser. Durante siete décadas, Toyota ha ido desarrollando y perfeccionando su gama off-road hasta convertirse en la más completa y versátil del mercado.
El contexto: la historia de Toyota
Toyota Motor Corporation nació en 1933 como una división de automóviles de la compañía Toyoda Automatic Loom. Un año después de su creación llegó al mercado su primer motor tipo A, utilizado en el primer automóvil de la compañía, el modelo A1 de 1935.
Ese mismo año también vio la luz el camión G1 y, apenas un año después, llegó el segundo automóvil, el AA. Tal fue su éxito que, en 1937, Toyota Motor Co. se estableció como una empresa independiente. Como muchos otros fabricantes de automóviles, durante la II Guerra Mundial la empresa se dedicó a la producción de vehículos militares, concretamente camiones para el Ejército Imperial Japonés.
En 1947, ya finalizada la contienda, Toyota retomó la producción de coches con precios asequibles para el público general, lanzando al mercado el modelo SA, y en 1950 creó una empresa independiente para gestionar las ventas, Toyota Motor Sales Co.
La gran expansión de Toyota comenzó en la década de 1960, cuando se impulsaron las exportaciones a América gracias a su modelo de producción y su ofensiva de precios. También se crearon unas nuevas instalaciones de investigación y desarrollo en Tailandia y se firmaron asociaciones con Hino Motors y Daihatsu.
La marca estaba siendo todo un éxito en Europa gracias al Toyota Team Europe, por lo que la corporación decidió crear TMME (Toyota Motor Europe Marketing & Engineering) para impulsar las ventas en el Viejo Continente. Lo cierto es que a día de hoy podemos decir que no les ha ido nada mal.
Igualmente, Toyota puede presumir de múltiples éxitos en la competición, habiendo participado en rallies, la CART, la IndyCar Series, las carreras de resistencia, la Fórmula 1 y la NASCAR. Desde 2015, su división deportiva recibe el nombre de Toyota Gazoo Racing, mientras que el tuning shop ‘de la casa’ recibe el nombre de TRD (Toyota Racing Development).
La primera piedra: el Land Cruiser
Han pasado casi siete décadas desde que conociéramos el primer Toyota Land Cruiser, un todoterreno icónico que, a sus 70 años de edad, puede celebrar haber alcanzado la cifra récord de 10 millones de unidades vendidas en todo el mundo. El 1 de agosto de 1951 se presentó al público el mítico modelo 4×4 de Toyota, diseñado inicialmente para fines militares.
Con el tiempo el vehículo evolucionó hasta convertirse en una máquina de tracción a las cuatro ruedas, extremadamente fiable e imparable, que conquistó el Polo Norte y el Polo Sur, cruzó desiertos y selvas, se empleó en minas, ayudó a salvar vidas en lugares lejanos y ha sido el mejor compañero de muchos viajeros alrededor del mundo.
El Land Cruiser es uno de los todoterrenos más resistentes que puedes comprar actualmente, siendo capaz de ofrecer una combinación única de capacidad fuera del asfalto y placer de conducción en carretera. La larga historia de éxito del Toyota Land Cruiser se remonta a la introducción del modelo BJ –basado originalmente en el chasis de camión de tipo SB–, que fue el primer vehículo en alcanzar la sexta estación base del monte Fuji, en Japón, a una altitud de 2.500 metros.
En 1954, la última generación del BJ recibió el nombre genérico de ‘Land Cruiser’. En los años cincuenta y sesenta, como parte de la estrategia de exportación de Toyota, se puso el acento en los mercados emergentes, como Oriente Medio y Sudamérica, donde el Land Cruiser cosechó un gran éxito que a día de hoy todavía mantiene.
Diseñado inicialmente como vehículo para tareas pesadas (serie Heavy Duty), contó más tarde con la incorporación de dos tipos de carrocería adicionales para satisfacer las necesidades de los distintos clientes. En 1966, Toyota lanzó el FJ55, el primer modelo de la serie Station Wagon –predecesor del actual LC200 V8–, en respuesta a la creciente demanda para el transporte de personas y mercancías.
En 1984, la empresa vio la necesidad de crear la versión de tipo Light Duty, que ofrecía una combinación de maniobrabilidad y capacidad todoterreno sin concesiones, al tiempo que proporcionaba más refinamiento y confort. Ahora, el modelo triunfa en más de 190 países y, si bien no se acerca ni de lejos al modelo más vendido de Toyota, el Corolla, que ha vendido más de 40 millones de ejemplares, esperemos que el Land Cruiser aguante muchos más años entre nosotros.
El Land Cruiser 2021 presenta como gran novedad la nueva motorización 2.8D de 204 CV (150 kW). Este nuevo propulsor, 27 CV más potente que el anterior (177 CV), incorpora Stop & Start, mejorando así consumos y emisiones. Puede ir asociado a una caja de cambios manual o a una automática, ambas de 6 velocidades. El par máximo se ha aumentado 50 Nm, hasta los 500 Nm.
El Land Cruiser se ofrece con tres tipos de suspensiones. En primer lugar encontramos la de serie; seguida de la KDDS con cartuchos hidráulicos que actúan sobre las barras estabilizadoras; y la más confortable de todas, que cuenta con muelles neumáticos y amortiguadores controlados electrónicamente con varios niveles de ajuste.
Fuera del asfalto se trata de un modelo que ofrece una flexibilidad y una robustez superiores gracias a la carrocería sobre chasis de largueros, además de contar con un diferencial trasero Torsen de deslizamiento limitado. Esto, junto a los sistemas Crawl Control y Multi Terrain System, permiten al Land Cruiser subirse, literalmente, hasta por las piedras.
El primero de ellos dosifica el acelerador y el freno con cinco velocidades predefinidas para que bajar o subir pendientes sea coser y cantar, mientras que el segundo de ellos actúa sobre el motor, la caja de cambios y las ayudas electrónicas para ofrecernos hasta cinco modos de conducción off road: barro y arena, rocas, polvo y rocas, gravilla y baches, con su correspondiente modo automático.
Adicionalmente, el Toyota Land Cruiser tiene unas cotas excelentes, aunque siempre debes pensar en acompañarlas de unos neumáticos adecuados si lo vas a sacar con frecuencia del asfalto. Su ángulo de ataque es de 31º, su ángulo ventral de 22º y su ángulo de salida de 26º.
Continuando la senda del éxito: el Hilux
El Toyota Hilux lleva más de 50 años en siendo una de las referencias dentro del segmento de los pick up, lo que le ha servido para convertirse en uno de los modelos más vendidos de la historia. Nació en 1968 de la mano de Hino Motors, la división de vehículos industriales del Grupo Toyota. Recibió su nombre de la combinación en inglés ‘Hi-Luxury’ (gran lujo).
Su indestructible reputación se ha ido forjando a lo largo de ocho generaciones de constante desarrollo y de pruebas en las topografías más adversas. Desde recorrer peligrosos picos helados hasta entrar en un volcán activo, el Hilux sigue desafiando los límites de lo imposible.
Los diseños iniciales del Hilux se basaron en la funcionalidad de un turismo, pero en seguida se fue abandonando esa idea y se decidió orientarlo hacia el sector de los vehículos comerciales, convirtiéndose en el automóvil idóneo para aquellos que buscaban un modo de transporte fiable, duradero y cómodo.
En vista de que cada vez se demandaba más potencia y versatilidad, en 1979 se lanzó al mercado el primer modelo de tracción a las cuatro ruedas. Este modelo permitía salir de las carreteras asfaltadas y buscar aventuras en montañas rocosas, pistas embarradas y cualquier clase de terreno.
Ya en 1983, Toyota renovó su gama ofreciendo configuraciones de cabina doble para las familias que querían toda la comodidad de un coche moderno y, además, las prestaciones de un todoterreno convencional. En la actualidad, el Toyota Hilux 2021 se comercializa con tres tipos de carrocería, pudiendo elegir entre cinco niveles de acabado.
Las habilidades fuera del asfalto del Hilux son de las mejores del segmento. Si bien es cierto que no encontramos bloqueos de los diferenciales central y del eje delantero, no por ello se resienten sus posibilidades off road. Cuenta con una tracción total conectable automáticamente, operación que podemos llevar a cabo hasta 50 km/h.
Adicionalmente, también encontramos una reductora, un diferencial trasero bloqueable, control de arranque en pendientes y control de descenso. Lo acompaña de unas cotas excelentes: su ángulo de ataque es de 31º, su ángulo ventral de 25º y su ángulo de salida de 26º.
La última evolución: tracción AWD-i en formato híbrido
Ya sabemos que la filosofía de Toyota es ofrecer al cliente lo que necesita cuando lo necesita, y con el auge de los SUV y la estricta normativa medioambiental, no es de extrañar que la última evolución de la tracción total de Toyota sea el sistema AWD-i que equipan sus todocaminos híbridos.
Los Highlander Electric Hybrid y RAV4 Electric Hybrid cuentan con una motorización híbrida eléctrica y un sistema de tracción total eléctrica inteligente —intelligent All-Wheel Drive (AWD-i)—. El primero cuenta con siete plazas y un eficiente sistema de propulsión híbrido eléctrico de 4ª generación con 248 CV (182 kW).
Pese a estar pensado para caminos de baja dificultad, fuera del asfalto, el Toyota Highlander tiene buenas cotas. Su ángulo de ataque es de 18.1º, su ángulo ventral de 16.7º y su ángulo de salida de 22.7º. La altura libre es de 202 mm y su capacidad de vadeo alcanza los 40 centímetros.
La tracción total actúa con eficacia, ofreciendo un gran incremento en tracción, estabilidad y seguridad. Desde luego es una ventaja toda la potencia que es capaz de aportar un motor eléctrico en el eje trasero a la hora de salir de un apuro. Un detalle curioso, muy útil cuando hay barro o llueve mucho, es que la cámara de marcha atrás integra un sistema de lavado.
Por su parte, la variante de tracción total eléctrica de la quinta generación del RAV4 se distingue por su excelente respuesta tanto dentro como fuera del asfalto gracias al sistema AWD-i y el Modo Trail, un control automático de diferencial de deslizamiento limitado. Bajo el capó encontramos la motorización Dynamic Force de 2.5 litros y 222 CV.
Si hablamos de capacidades fuera del asfalto, el Toyota RAV4 ofrece un ángulo de ataque de 17,5º, un ángulo ventral de 15,5º y un ángulo de salida de 20º. La altura libre mínima es de 190 mm y su capacidad de vadeo alcanza los 500 mm. Con estas cifras, se encuentra entre los mejores del segmento para salir de la carretera.
¿Cómo funciona el sistema AWD-i del Prius?
Dotado de un motor eléctrico e inversor adicional, independiente y sin imanes, situado en el eje trasero y alimentado por la batería híbrida, el sistema se activa automáticamente para ofrecer tracción adicional a las ruedas traseras al arrancar y a una velocidad de hasta 10 km/h.
A velocidades superiores —entre 10 y 70 km/h — entra en funcionamiento transfiriendo par al eje trasero cuando los sensores detectan una pérdida de adherencia. El funcionamiento es automático y a demanda: el conductor no tiene que seleccionar la función AWD, sino que ésta se activa cuando es necesario.
En condiciones normales de conducción, o al frenar, el sistema no entra en funcionamiento. A diferencia de los sistemas 4×4 mecánicos, no hay eje de transmisión entre los ejes delantero y trasero, ni tampoco diferencial central, lo que se traduce en menores posibilidades de avería.