El Lamborghini Miura siempre ha sido uno de los modelos más emblemáticos de la compañía se Sant’Agata de Bolognese. El Miura asentó el concepto de ‘superdeportivo’ hace 55 años con su presentación en el Salón de Ginebra en 1966. Su diseño radical, así como sus características técnicas, enamoraron, enamoran y enamorarán a millones de personas alrededor de todo el mundo.
El diseño del Miura estaba inspirado en los sport prototipos de la época, modelos como el Ford GT40 o el Ferrari 250 LM, dos de los vehículos más famosos de la década de los 60 por sus participaciones en las 24 horas de Le Mans. Y Ferruccio Lamborghini no quiso ser menos, quiso hacer historia creando un superdeportivo de atrevido diseño.
Además, su motor debía descansar entre la espalda del conductor y el eje posterior para garantizar las prestaciones, la agilidad y la radicalidad de la que desde entonces presumen sus modelos. Apenas un tiempo después lo consiguió: gestó al padre de los superdeportivos. El Lamborghini Miura vio la luz por primera vez en el Salón de Turín de 1965.
Sin embargo, por aquél entonces solo se mostró un imponente chasis ligero con un enorme V12 colocado en posición transversal. Fue, sin duda alguna, un “zas en toda la boca” que Lamborghini dedicó a Ferrari. Si bien es cierto que Marcelo Gandini y el estudio Bertone no tuvieron listo el Miura hasta unos días antes de su presentación oficial en la cita suiza, su éxito fue abrumador.
Para que os hagáis una idea, no dio tiempo siquiera a comprobar si el motor V12 obra de los ingenieros Gian Paolo Dallara, Paolo Stanzani y Bob Wallace cabía en el vano del motor. Es más, varios artículos periodísticos de la época señalan que el encargado de ventas de la marca lo pasó bastante mal tratando que ningún periodista abriera el vano del motor durante el Salón.
Pese a todo ello, su producción se adelantó para dar comienzo tan solo unas semanas después de su debut. Con sus 350 CV, el Lamborghini Miura era capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora en 6,7 segundos, golpeando con fuerza hasta los 280 km/h de velocidad punta. Estas cifras resultaban espectaculares para la época.
Gracias a ello se convirtió en uno de los deportivos más admirados y respetados del planeta del que se vendieron 475 unidades (en total 765). Era un modelo tan deseado que en mayo de 1968 ya se habían producido 200 unidades. Más tarde llegó el Miura P400 S, el cual equipaba un motor central V12 de 4.0 litros que desarrollaba una potencia de 370 CV cuyo sonido te hacía desearlo.
De él se fabricaron 140 unidades entre 1969 y 1971, lo que le convierte en una de las versiones más exclusivas de este modelo. Posteriormente hubo incluso una edición extrema con mejoras en la carrocería y el chasis del que vieron la luz 150 unidades, el Lamborghini Miura SV con 385 CV de potencia que nació en 1971 y que este año celebra su 50 cumpleaños.
Las diferencias no eran fácilmente apreciables, pero existían. Por ejemplo, las famosas «pestañas» de los faros delanteros del modelo de producción se quitaron para reducir el tiempo de producción, y el único ejemplar que las incluyó fue el construido para Ferruccio Lamborghini. También tenía guardabarros traseros más anchos, luces traseras rediseñadas y un nuevo capó delantero.
Las llantas eran otra de las novedades y el ancho de las traseras se incrementó de 7 a 9 pulgadas. El coche tenía una vía 130 mm más ancha y una suspensión revisada en la parte trasera, así como un chasis más rígido. Conservó el motor de 12 cilindros de 4.0 litros montado en posición central, pero con la potencia incrementada. El interior fue protagonizado por el cuero y los detalles cromados.
Según los ingenieros jefe de la marca en ese momento, Paolo Stanzani y Giampaolo Dallara, gracias a la experiencia que adquirieron en los primeros cinco años de producción del Miura, el SV era capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 290 km/h y podía completar el kilómetro saliendo desde parado en menos de 24 segundos. La producción terminó a principios de 1973.
Del Lamborghini Miura también vieron la luz dos ediciones especiales, el P400 Jota, un prototipo nacido en 1970 que buscaba homologarse con el Apéndice J de la regulación de la FIA (tuvo un fatídico final, ya que ardió a las afueras de Brescia); y cinco unidades desarrolladas sobre la base del Miura más radical bautizadas como SV/J (mejoraban diversos componentes exteriores e interiores).
Al hacerse con su Miura P400S, Frank Sinatra sentenció: «Usted compra un Ferrari cuando quiere ser alguien. Y compra un Lamborghini cuando es alguien«.
Como curiosidad, debéis saber que Jess Willard Marriott, el dueño de la cadena hotelera Marriott, fue el primer propietario privado del Lamborghini Miura, pagando un total de 7,7 millones de liras por su unidad. Después de él grandes nombres como Dean Martin, Frank Sinatra, Tiggy, el Sha de Irán, el Príncipe de Mónaco, Little Tony o Rod Stewart también se hicieron con uno.