Los SUV de alto rendimiento están de moda en la actualidad, pero pocos son tan especiales como aquél prototipo que la firma bávara nos mostró a principios de siglo. Corría el año 2000 cuando conocimos por primera vez el BMW X5 Le Mans. Mostrado por primera vez en marzo de aquél año, eclipsó a todos los tracción a las cuatro ruedas anteriores.
No era tan especial solo por ser el primer Sports Activity Vehicle (SAV) de BMW, sino por esconder en sus entrañas un motor poderoso de 12 cilindros que desarrollaba más de 700 CV. Dicho motor no era otro que el equipado en el V12 LMR ganador de Le Mans en 1999. Para integrarlo en el todocamino alemán fueron necesarias algunas modificaciones, pero el resultado fue espectacular.
El BMW X5 Le Mans debutó en Ginebra
En su estreno público en el 70º Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, el BMW X5 Le Mans se presentó como un campeón olímpico: perfectamente entrenado, musculoso, pero sin una onza de exceso de grasa. En su imponente estética, destacaba especialmente la gran abertura en forma de bolsillo en el capó de fibra de carbono laminado.
No menos interesantes eran las modificaciones en los paneles ensanchados, los paragolpes delantero y trasero, los pasos de rueda, los espejos retrovisores y, por supuesto, en las ruedas. Dependiendo del uso, podía equipar llantas BBS de 20 pulgadas con gomas de dimensiones 315/35 o 275/40 en el eje delantero y 315/35 en el trasero.
Los espejos retrovisores fueron heredados de los M3 E46.
La suspensión se rebajó en 30 milímetros y el reparto de pesos se trabajó en profundidad, dando como resultado un 51% en la parte delantera y un 49% en la trasera. En el interior se asemejaba en gran medida al BMW X5 de producción, salvo por los cuatro deportivos asientos de competición firmados por Recaro y con arneses de seguridad.
V12 y récord en Nürburgring
Siete minutos y 49 segundos es el récord que el piloto de carreras Hans-Joachim Stuck alcanzó en el mítico Infierno verde en junio de 2001 a los mandos del BMW X5 Le Mans. Un récord que ha estado vigente casi dos décadas y que nos dejó una de las On Boards más espectaculares de un SUV en el Ring. Llegó a alcanzar los 311 km/h.
Mientras que en el V12 LMR el motor V12 de 6.1 litros redujo su potencia alrededor de los 580 CV para cumplir con la normativa, en el X5 Le Mans se dio rienda suelta a todo su potencial. Algo más de 700 CV y 720 Nm de par máximo a 5.000 rpm catapultaban a la bestia de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, con una velocidad máxima oficial de 278 km/h.
Sí, ahora hay algún que otro SUV más rápido, sin ir más lejos el BMW X5 M Competition, pero no olvidemos que han pasado nada menos que 20 años. El gran motor quedaba completamente oculto bajo una cubierta de carbono de peso optimizado en la que podíamos leer la inscripción ‘V12 BMW Motorsport’, como si de un trofeo se tratase.
Curiosamente, estaba asociado a una caja manual de seis relaciones y el conjunto declaraba sobre la báscula un total de 2.130 kilogramos al reemplazarse la tracción total con un esquema de propulsión. Como podéis imaginar, se trataba de un mero prototipo, pero con el paso de los años ha quedado que sus herederos no decepcionan. Os dejo disfrutando del poderoso V12 sobre la pista.