Corría el año 1972 cuando nace BMW Motorsport GmbH, una empresa que en poco tiempo se convirtió en mucho más que la simple división deportiva de una marca. Al poco de crearse, BMW M fue capaz de causar furor con el BMW M1.
En apenas unos meses desarrolló el primer motor turbo que logró ganar un título de campeón mundial de Fórmula 1, y a los pocos años dio a luz al primer BMW M3, un modelo del grupo A que se convirtió en el turismo de competición más exitoso del mundo hasta el día de hoy.
El primer BMW M3 (serie E30) se comenzó a fabricar en el año 1986, fundando así una categoría automovilística completamente nueva. Durante 30 años, cada generación de los modelos BMW M3 y, ahora, del BMW M4, siempre ha marcado un listón de referencia en su segmento, convirtiéndose en el objeto de deseo de los conductores con ambiciones deportivas.
Hace ya unos años, cuando la firma bávara nos dio a conocer el BMW M4 GTS, dedicamos parte de nuestro tiempo a conocer una pequeña parte de su gran historia. En ella os hablamos de un modelo muy especial de la generación E36, un modelo que para muchos es prácticamente desconocido a pesar de ser uno de los mejores M3 fabricados.
Hablamos del BMW M3 GT E36, una serie especial que BMW M lanzó al mercado en el año 1995 y que estuvo limitada a apenas 356 unidades. Este modelo podía distinguirse por su kit de carrocería, que contaba con un alerón más prominente sobre el maletero y por su mejora de rendimiento. Se ofrecía exclusivamente en color British Racing Green o plateado.
El alerón generaba tanta fuerza aerodinámica que en algunas unidades rompió el pestillo de la tapa del maletero.
A partir de la segunda generación del BMW M3, el motor del deportivo fue de seis cilindros en línea. Con su cilindrada de 2.990 cc, cuatro válvulas por cilindro y el sistema de regulación del árbol de levas VANOS en el lado de la admisión, este propulsor tenía unos considerables 210 kW/286 CV y era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos.
Sin embargo, en esta serie especial el motor tenía una potencia de 217 kW/295 CV y diversos detalles técnicos que se anticiparon al posterior motor del M3 (1995), que tuvo 3.200 cc y 321 CV. La razón es sencilla de comprender: el BMW M3 GT nació para homologar el E36 M3 en las carreras FIA GT -clase II, IMSA GT e internacional longdistance-.