AMG es conocida por ofrecer a los clientes de todo el mundo el máximo rendimiento, la máxima exclusividad y unas sensaciones de conducción realmente salvajes -sí, el bramido de sus escapes es… sensacional- desde nada menos que 1967, que se dice pronto. Como ya sabrás, en 2017 la compañía fundada por Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher celebró su 50 aniversario.
En el transcurso de este medio siglo de vida, lo que ahora se llama Mercedes-AMG ha registrado numerosos éxitos en el deporte del motor mediante el desarrollo de vehículos únicos de carretera. Hoy en día, como filial de Daimler AG, la compañía de Affalterbach representa la punta de lanza deportiva del Grupo alemán, pero hubo una época en la que AMG no era más que una pequeña firma independiente.
Para cada uno de los 1.500 empleados de AMG, el enfoque de sus creaciones está en la promesa que pone sobre la mesa el lema “Driving Performance” que une la tecnología de vanguardia y la pasión por los productos dinámicos y emotivamente atractivos. La compañía de Affalterbach está presente en todo el mundo para ofrecer una extraordinaria experiencia que incluye no sólo el desarrollo de productos, sino también la filosofía de los mismos –“un hombre, un motor”, lo que significa que cada motor es, por así decirlos, fabricado a mano por un constructor de motores-.
A lo largo de la historia, son muchos los modelos AMG que hemos llegado a conocer, tanto de calle como de competición. Seguramente cada uno de vosotros ya tiene varios en mente. Algunos coincidiréis en los mismos y otros no. Deportivos, berlinas, familiares, SUVs… la lista es infinita, pero hoy vamos a viajar hasta 1979 para hablar del peculiar y misterioso Mercedes 500 TE AMG.
Pocos son los documentos que existen acerca de este modelo y muchos fanáticos en la comunidad Mercedes han tratado de resolver las incógnitas que le rodean. Los detalles estéticos y aerodinámicos que se pueden ver en la silueta y el habitáculo de este wagon coinciden con el trabajo de AMG a fines de la década de los ’70, pero a día de hoy todavía no se han descubierto registros que confirmen que este automóvil fue construido por AMG.
Según cuenta la historia, sólo existieron cinco Mercedes W123 a los que AMG aplicó este tratamiento estético, al tiempo que solo tres ejemplares fueron equipados con el bloque V8 de 5.0 litros. Fue una de las primeras conversiones del especialista del mercado de accesorios del automóvil y se llevó a cabo sobre dos versiones familiares, dos sedanes y un coupé. Tenía un coste de 65.000 marcos alemanes -33.234 euros al cambio-, una suma muy significativa para la mayoría de bolsillos.
Lo curioso es que este ejemplar no aparece en los registros de Mercedes-Benz. En Alemania no tienen constancia de que este número de motor fuera asignado a un chasis en su momento, por lo que es improbable que la mecánica proceda de un vehículo donante. Es más, esta unidad en concreto fue descubierta en 2013 por Henric Nieminem, un entusiasta de AMG de California.
El propietario anterior no conocía la historia del automóvil, pero el deportivo familiar habló por sí mismo. Nieminem llevó el 500 TE AMG a Mercedes-Benz, donde descubrieron que el M117 V8 de 5.0 litros que equipa no estaba asignado a ningún chasis específico, pero sin embargo, cuenta con cabezales tubulares y tubos de bajada en acero, un enfriador de aceite secundario y soportes de motor personalizados, diseñados para adaptarse específicamente al compartimiento del motor de las versiones W123.
El V8 está asociado a una transmisión automática de 4 velocidades que envía la potencia a un diferencial de deslizamiento limitado. Además, los componentes originales de la suspensión trasera de acero estampado se retiraron y se reemplazaron por unidades de aleación de aluminio fundido, añadiéndose una placa deslizante OE, el kit de carrocería AMG completo y llantas AMG Five Spoke (versión 1).
También hay interesantes novedades en el interior que sugieren que se trata de una de las primeras conversiones de AMG, como los asientos Recaro Ideal C de 1979 con la fecha sellada y ajustes eléctricos, una tapicería que combina con los tiradores de las puertas, nueva instrumentación, indicadores adicionales y un volante AMG de cuatro radios. Todo ello indica que se trata de una preparación del especialista, pero no hay ningún documento concluyente que respalde su originalidad.
En 2013, el modelo sufrió una leve actualización estética por parte de Nieminem y, en 2017, apareció en un episodio de Top Gear America para conmemorar los 50 años de AMG, justo cuando fue comprado por su actual propietario e importado a Suiza, donde ha descansado hasta ahora como parte de una impresionante colección.