Alfa Romeo es una de esos fabricantes de automóviles polémicos, una marca de coches tan capaz de atraer a miles de fanáticos como a miles de detractores, y eso es precisamente uno de los motivos por los cuales resulta tan especial. Pero no es el único, también lo son sus míticas siglas GTA.
Lo cierto es que muchos tenían ya olvidado lo que representaba el apellido Gran Turismo Alleggerita -o Gran Turismo Aligerado en castellano- en los Alfa Romeo, pero por suerte la casa italiana nos ha refrescado el término recientemente con el lanzamiento de los radicales Giulia GTA y GTAm.
El término GTA representa para Alfa Romeo lo mismo que GTI para Volkswagen o GTO para Ferrari y, aunque muchos crean que es algo relativamente nuevo dado el éxito de los 147 y 156 GTA de los 2000, en realidad es una denominación que se acuño en la década de los ’60 en la competición.
No debemos caer en el error de confundir GTA y Quadrifoglio, porque la receta del alto rendimiento no es exactamente la misma. La clave de los GTA pasa por dotar a los modelos con este apellido de más potencia, menor peso y una imagen espectacular; lograr combinar la elegancia y la practicidad del día a día con la deportividad salvaje y radical de los deportivos procedentes de las carreras.
Alfa Romeo Giulia Sprint GTA (1965)
El Alfa Romeo Giulia GTA vio la luz para satisfacer el deseo de la marca de participar en los campeonatos de turismos de todo el mundo. Básicamente, se trataba de una versión aligerada (pesaba solo 950 kilos) y más potente del modelo de producción Giulia GT, lo que le permitió hacerse con dos campeonatos de turismos europeos.
La mayor parte del ahorro de peso provenía de un nuevo cuerpo de aluminio y acero, mientras que las ventanillas laterales y la luneta trasera también fueron sustituidas por otras de plexiglás. Bajo el capó contaba con un bloque de cuatro cilindros y 1.6 litros que desarrollaba 170 CV gracias a una culata de doble bujía de nuevo desarrollo y carburadores de 45 mm.
La versión de calle tenía una potencia más modesta, de 115 CV.
Este motor, también conocido como «doble chispa» y considerado uno de los mejores motores de cuatro cilindros, se utilizó por primera vez en los Grandes Premios de 1914 y, posteriormente -en la década de los años 60-, también se equipó en automóviles de carreras como los modelos GTA y TZ por su excelente rendimiento.
Mucho más tarde, a mediados de los años 80, Alfa Romeo comenzó a incorporar esta tecnología en sus vehículos de calle a fin de mejorar y cumplir con los estrictos controles de emisiones (Alfa 164, 155, 145, 146, 156, 166, GTV/Spider 916 y 147). Poco después de 1965 se creó un Alfa Romeo Giulia Sprint GTA SA sobrealimentado con 250 CV.
Alfa Romeo 1300 Junior GTA (1968)
El Alfa Romeo 1300 Junior GTA no fue el Alfa más ligero de todos ni tampoco el más potente, pero con solo 450 ejemplares fabricado resultó un coche muy especial. Nacido en 1968 para evitar los impuestos italianos a los vehículos de gran cilindrada, fue también capaz de sacar grandes sonrisas a sus conductores.
Los Alfa Romeo GTA 1300 Junior Stradale contaban con un pequeño propulsor de 1.3 litros basado en el del 1600, pero contaban con un cigüeñal más pequeño y dos carburadores dobles. Era capaz de proporcionar inicialmente un total de 96 CV de potencia, pero rápidamente la cifra se elevó a 110 CV.
Además, no contaban con muchas de las características de aligeramiento del 1600 GTA, como las ventanas de plástico, los componentes del motor de magnesio y las llantas de aleación.
Por el contrario, para las versiones de competición Corsa preparadas por Autodelta, se optó por un desplazamiento algo mayor, de 1.6 litros. Tenía inyección de combustible y era capaz de ofrecer 165 CV.
Alfa Romeo GTAm (1969)
En un intento por llevar todavía más lejos el Junior, Alfa Romeo lanzó en 1969 la versión ‘M’ del GTA. Tomando como base el Alfa 1750 GT Veloce, contaba con un motor de 2.0 litros asociado a sistema de inyección de combustible mecánico SPICA y 240 CV de potencia, lo que unido a la drástica reducción de peso dio como resultado un cóctel explosivo.
Hay dos líneas de pensamiento sobre el apodo «Am», ninguna de las cuales ha sido confirmada oficialmente por Alfa Romeo: una expande Am to Alleggerita Maggiorata, del italiano ‘aligerado ampliado’, mientras que la otra apuesta por América Maggiorata, dado que la base era el GTV 1750 en versión estadounidense.
El Alfa Romeo GTAm tenía un chasis de acero completo modificado con aluminio y piezas de plástico. Se utilizó el bloque de motor original de 1.75 litros del GTV (en realidad, 1.779 cc) y se integró una manga única en lugar de cuatro cilindros individuales, lo que elevó el desplazamiento a 1.985 cc (2.0 litros).
Algo más tarde se volvió a elevar hasta los 1.999 cc para participar la clase de 2.000 cc, lo que justifica la «maggiorata» (ampliada en italiano). Según las fuentes, unos 40 GTAm fueron construidos por Autodelta y por talleres privados. Este número es difícil de verificar ya que los GTAm no tenían su propia serie específica de números de chasis.
Alfa Romeo 155 GTA Stradale (1993)
El Alfa Romeo 155 ganó el DTM en Alemania, el Superturismo en Italia y los campeonatos de turismos español y británico, así que el fabricante de automóviles italiano planeó llevar este modelo a la línea de producción para competir contra otros deportivos míticos como el BMW M3 o el Mercedes 190E 2.5-16 Evolution.
GTA y Stradale en un mismo coche solo podía significar algo especial, aunque por desgracia lo terminó siendo por tratarse de un one-off. Abarth fue la encargada de poner a punto esta berlina con tracción total que escondía en su interior gran parte de la mecánica del mítico Lancia Delta Integrale, todo un icono de la ingeniería italiana de la época.
A nivel mecánico, contaba con un motor turboalimentado de gasolina, con 2.0 litros de cilindrada y 190 CV de potencia, estando asociado a un cambio manual de cinco relaciones y a un sistema de tracción integral. Estaba preparado para las especificaciones del Grupo N y su carrocería equipaba un kit aerodinámico que lo dotaba de un aire más salvaje y agresivo.
El interior y la suspensión también recibieron algunas modificaciones para destacar el carácter deportivo del 155 GTA Stradale. Inicialmente, se mostró en el Salón de Bolonia de 1994 e hizo de coche médico durante el GP de Monza de Fórmula 1 de ese mismo año, pero después no se supo nada más de él hasta que se subastó en 2018.
Alfa Romeo 156 GTA (2001)
Alfa Romeo quiso recuperar las siglas GTA con la llegada del nuevo milenio y Walter de’Silva obró su magia, aunando la elegancia de una berlina con la contundencia de un deportivo. El Alfa Romeo 156 GTA se ofrecía en formato berlina y familiar, teniendo a los Volvo S60 T5 Optima, Subaru Impreza 2.0 WRX STi y Volkswagen Passat 4.0 W8 en el punto de mira.
Alfa Romeo modificó la dirección, los frenos, las suspensiones y algunos elementos mecánicos para ganar estabilidad en el GTA, al tiempo que lo equipó con el potente motor V6 de 3.2 litros y 250 CV. Aunque es un motor que comenzó a fabricarse en 1979, su producción no terminó hasta 2005.
Es uno de los motores más legendarios de Alfa Romeo, está en nuestro listado de los 10 mejores bloques de seis cilindros de las últimas décadas y se le considera uno de los propulsores V6 que mejor sonido desprendían en aquella época. También lo equipó el Alfa Romeo GT.
A menudo se le llama cariñosamente el ‘Busso’ en honor a su diseñador, Giuseppe Busso, quien murió tan solo unos días después de que la producción finalizase en la fábrica de la marca en Arese. La gran pega del 156 GTA era que la tracción delantera a veces no era capaz de digerir las elevadas dosis de potencia.
Alfa Romeo 147 GTA (2002)
El segundo intento por revivir la esencia de los GTA en Alfa Romeo fue todavía mejor que el primero. El Alfa Romeo 147 GTA era realmente atractivo por fuera y tenía un motor de locura en sus entrañas, aunque es cierto que eso también requería un mantenimiento delicado por parte de sus propietarios.
Por alguna extraña razón a algún directivo de Alfa Romeo se le ocurrió instalar el poderoso y pesado Busso V6 3.2 en las entrañas de un utilitario. La banda sonora de sus 250 CV era sencillamente espectacular, pero le sobraban unos kilos para considerarse un auténtico GTA, a pesar de estar por encima de sus rivales en términos de exotismo y deseabilidad.
Además de recibir importantes modificaciones en ruedas, suspensiones, dirección, frenos y transmisión, tenía un precio realmente tentador y era la única opción con un motor atmosférico de seis cilindros, frente a los motores sobrealimentados o atmosféricos de giro rápido que presentaban sus rivales.
Probablemente la competencia más directa del Alfa Romeo 147 GTA fue el Volkswagen Golf R32, equipado con un motor V6 de similar cilindrada y potencia. El preparador británico Autodelta fabricó dos versiones aún más potenciadas sobre el 147 GTA: una con motor 3.7 V6 de 328 CV y otra con turbo de 400 CV.
Alfa Romeo MiTo GTA (2009)
El Alfa Romeo MiTo GTA presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2009 prometía recuperar la esencia del 147 GTA de principios de siglo. La compañía nos habló de una reducción de peso gracias al empleo de fibra de carbono y aluminio, un potente motor y la estética más radical de la gama.
Por desgracia, era una mala época para la marca y no llegamos a verlo en producción. El concept contaba con el mismo motor que equipaba el Lancia Delta 1.8 turbo, un bloque de 1.75 litros turbo con 240 CV que le permitiría rivalizar contra utilitarios de la talla del Renault Clio Sport y el Opel Corsa OPC.
A nivel estético buscaba seducirnos con unas entradas de aire frontales de mayor tamaño, marcados faldones laterales y un generoso difusor posterior con dos grandes tubos de escape centrados. Para las llantas se optó por un tamaño de 19 pulgadas y la suspensión trasera se rebajó en 20 milímetros.
La fibra de carbono se empleó en el techo, el alerón y las carcasas de los retrovisores, al tiempo que el aluminio era el protagonista en parte del chasis, el equipo de frenos y la suspensión. Además, esta última contaba con unos amortiguadores controlados electrónicamente que estaban vinculados al sistema DNA que ya equipaban los demás MiTo.
Alfa Romeo Giulia GTA (2020)
El Alfa Romeo Giulia GTA es uno de los modelos más radicales de este listado y deriva del Giulia Quadrifoglio. Está equipado con una versión más potente del motor Alfa Romeo 2.9 V6 Bi-Turbo, con un total de 540 CV. Gracias al uso extendido de materiales ultraligeros, se beneficia de una reducción de peso de 100 kilos en comparación con el Giulia Quadrifoglio.
Con ello logra una relación peso/potencia excepcional de 2,82 kg/CV, los que hace que sea el mejor automóvil de su clase. La reducción de peso total se ha logrado gracias a la adopción de materiales ligeros como la fibra de carbono y el aluminio en múltiples componentes, dando como resultado una cifra de 1.520 kilos sobre la báscula.
Si la experiencia del Alfa Romeo Giulia GTA no te parece suficiente, la marca italiana también ha preparado el Giulia GTAm, una versión extrema del GTA que se caracteriza por sus dos asientos de tipo bucket, la barra antivuelco y los cinturones de seguridad -arneses- de seis puntos.
Esta variante es 100 % legal para rodar por la vía pública, a pesar de que los interiores del GTAm difieren por la presencia de la mencionada barra antivuelco, la ausencia de los paneles de las puertas o los asientos traseros. Como detalle, la puerta se abre con una correa en lugar de la manilla, otro toque típicamente inspirado en el mundo de las carreras.