El DeLorean DMC-12 es uno de los coches más míticos de la historia del automovilismo gracias a la saga de películas ‘Regreso al Futuro‘ protagonizada por Marty McFly y “Doc”. Aunque lo que seguramente no sabías es que uno de los padres de este emblemático deportivo, William Collins, también diseño una autocaravana deportiva y ágil que hoy en día nos sigue sorprendiendo por sus prestaciones y adelantos para la época.
Esta autocaravana fue bautizada en 1986 como Vixen 21, nombre que debía a los 21 pies de largo que mide (6,4 metros). Este singular vehículo combinaba una conducción deportiva y precisa con una aerodinámica muy eficiente gracias a numerosas pruebas en el túnel de viento. Además, bajo el capó escondía un motor turbodiesel de seis cilindros M21 de origen BMW capaz de alcanzar los 160 km/h y acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en apenas 21 segundos.
Detrás de este genial diseño estaba nada menos que William Collins, un ingeniero de renombre en General Motors que se ganó la fama gracias al «Proyecto 77«, también conocido como B-body y C-body. Así, Collins consiguió reducir el tamaño y el peso de los modelos más vendidos de la compañía sin sacrificar rendimiento ni prestaciones, y entonces un tal John DeLorean le fichó para trabajar juntos en una nueva marca de deportivos.
Collins fue el encargado de diseñar la distribución y estructura del DMC-12, un deportivo con una carrocería de acero inoxidable y con el diseño de Giorgetto Giugiaro que salió a la luz a finales de 1976. Finalmente, Collins abandonó DMC en 1979, tres años antes de que el DeLorean llegara a la fase de producción y después de trabajar para AMG-Renault tuvo la idea de fabricar una autocaravana compacta que se llamaría Vixen 21.
Después de horas y horas de trabajo en el túnel de viento, un completo análisis de diferentes plásticos y modelados de elementos por ordenador nació la Vixen 21. Solo tenía 1,9 metros de alto, ideal para que pudiera guardarse en cualquier garaje de tamaño estándar, además su techo de fibra escamoteable se podía accionar de forma neumática para ganar hasta 2 centímetros extra de altura.
Gracias a la parte inferior plana su aerodinámica era extremadamente eficiente, con un coeficiente aerodinámico de solo 0.30 Cx. La carrocería estaba fabricada en fibra de vidrio para evitar la corrosión y todo el conjunto conseguía un peso de tan solo 2.300 kilogramos, todo un logro teniendo en cuenta que se trata de una auténtica casa sobre ruedas con todas las comodidades y equipamiento.
La Vixen 21 estaba disponible con un motor gasolina V6 de GM o uno turbodiésel BMW asociado una caja manual de cinco velocidades. Aunque destacaba especialmente este último gracias a su eficiencia y ahorro de combustible, este mismo también se utilizó en el Lincoln Continental de 1984-85 y en el Bertone Freeclimber. Más adelante, la compañía cambió de rumbo y lanzó un Vixen con 9 nueve plazas a modo de limusina de lujo, prescindiendo de la cocina y el baño.
En ese momento la junta directiva presionó al fabricante para que diseñara un modelo aún más elegante, orientado a otro tipo de público. El modelo resultante fue el Vixen SE que abandonó el motor turbodiésel a favor de un motor gasolina V6 de 3.8 litros y solo 4 velocidades. La historia de esta singular autocaravana finaliza en 1989, cuando se detuvo la producción con un total de 578 unidades construidas hasta ese momento.