La época del Grupo B fue una de las más gloriosas para el Mundial de Rallies, pero también una de las más trágicas. Recientemente hemos hablado de ella gracias a Audi y su proyecto secreto de motor central en aquella época en la que todo el protagonismo era para estos radicales modelos, así como de Citroën y su auténtico desastre que tuvo como máximo exponente el Citroën BX 4TC Evolution.
Corría la década de 1980 cuando el Grupo B empezaba a convertirse en una auténtica locura. Por desgracia para los fabricantes que participaban en esta competición, algo tremendamente horrible estaba a punto de ocurrir, pues los repetidos accidentes que se saldaron la vida de pilotos y espectadores acabaron con el Grupo B de rallies.
Los ’80 estuvieron marcados por la idea de crear un Grupo S de rallies, una categoría que estaba llamada a convertirse en la más racional, frente a un Grupo B en el que no había ningún tipo de control. Los modelos del Grupo S podrían mantener las mismas características esenciales que los del Grupo B según el reglamento, aunque la limitación de potencia descendería de los 500 CV a unos nada despreciables 300 CV.
Otras modificaciones de la normativa incluían limitaciones en el peso mínimo y un aumento de la seguridad de los vehículos de competición, la cual brillaba por su ausencia.
Los fabricantes que ya se encontraban inmersos en el desarrollo de sus modelos para el Grupo B, modificaron sus proyectos al conocer las intenciones de la FIA, dando lugar a modelos como el Porsche 959, los Lancia ECV1 y EVC2, el Opel Kadett 4S, el Toyota MR2 222D o el Ferrari 288 GTO Evoluzione; todo ello sin escatimar en gastos de investigación y desarrollo. La competición era lo primero y los coches, verdaderos laboratorios sobre ruedas.
Pilotos como Walter Röhrl o Ari Vatanen movían verdaderas mareas de aficionados.
De allí salieron auténticas locuras de automóviles a pesar de la limitación de la FIA a 300 CV, pues los fabricantes desarrollaron sus prototipos sin ninguna limitación, a fin de sorprender al mundo con una demostración de fuerza y poderío. Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue la muerte de Henri Toivonen y su copiloto Sergio Cresto en Córcega el 2 de mayo de 1986, hecho que puso fin a esta categoría llevándose también por delante el proyecto del Grupo S.
Todo lo que le quedaba a las marcas eran sus prototipos y, a nosotros, un gran recuerdo de esta época dorada para los rallies. Tres décadas después de la muerte del Grupo B, son muchos los que tienen un gran recuerdo de aquél entonces, dejando a un lado toda la parte negativa que lo ensombreció. Tal es el fanatismo de algunos que el usuario de Youtube Antti Kalhola ha creado un vídeo conmemorativo del Grupo B que, indudablemente, no te deberías perder.