El Honda WR-V es todo un desconocido en el mercado europeo pero un vehículo de grandes ventas en la India, Brasil y otros países emergentes. Nacido en 2017 para cubrir la demanda tan elevada de crossovers, ahora se pone al día con una actualización bastante profunda.
El Honda WR-V deriva de la anterior generación del Jazz y es algo así como la versión Crosstar que acaba de estrenarse en Europa pero con cambios más profundos al añadir un frontal específico, unos pilotos traseros desarrollados para el modelo, y otros detalles específicos con los que marcar diferencias.
Con la actualización se han modificado el aspecto de los paragolpes, la parrilla delantera, el diseño de las llantas de aleación, se han añadido nuevos colores y tapizados, y en la versión brasileña también se ha mejorado la calidad de terminación para evitar desajustes entre piezas.
La dotación gana elementos importantes como el control de estabilidad de serie en todas las versiones. También pueden incluir faros con tecnología LED, climatizador automático con funcionamiento mejorado, sistema multimedia con Apple CarPlay, Android Auto, cámara trasera con guías, etc.
Por supuesto se mantienen los elementos ya conocidos hasta la fecha como el control de velocidad, techo solar, tapizado en piel, acceso sin llave, arranque por botón, sensor de lluvia, espejos abatibles, volante multifunción en piel, asientos «Magic Seat», etc.
La oferta mecánica para Brasil contempla solo el motor 1.5 Flex con 115/116 CV (gasolina/alcohol) que puede pedirse solo con cambio automático de tipo CVT. Siempre poseen tracción sencilla al eje delantero. En la India sin embargo pueden asociarse a un 1.2i 16v con 89 CV de potencia y un diésel 1.5 i-DTEC con 98 CV.