Hace cosa de un par de años, el señor Elon Musk presentó al mundo un minucioso estudio de diseño y viabilidad que daba a conocer un megaproyecto de ingeniería bautizado como Hyperloop que ofrecería nuevas soluciones en materia de transporte de largas distancias para pasajeros. Entre las principales premisas para llevarlo a cabo estaba la capacidad de realizar trayectos a 1.220 km/h con un impacto energético y medioambiental sumamente reducidos en términos generales.
Aunque en su día lo conocimos como un proyecto meramente visionario, estamos en una época en la que uno de los activos más preciados es el tiempo. Eso sumado al creciente interés mostrado por las autoridades correspondientes y el público en general, ha llevado a que se convierta en una idea potencialmente posible. De hecho, tan posible que sus pruebas sobre el terreno darán comienzo el mes que viene en una zona desértica al norte de Las Vegas.
Para conseguirlo, la empresa construirá en primer lugar una pista de 800 metros de longitud junto a sus instalaciones. Allí se llevarán a cabo los primeros ensayos para poner a prueba la capacidad del sistema y, de funcionar todo correctamente, se procederá a la construcción de un túnel de dos millas de longitud donde se pondrán a prueba los prototipos completos. De ser un éxito, Hyperloop brindaría al mundo una metodología muy distinta del concepto actual de ‘alta velocidad’ y permitiría aproximar territorios distanciados por cientos o miles de kilómetros en tiempos minúsculos.
Este nuevo método de transporte, que se convertiría en el quinto de la historia de la civilización tras la creación de barcos, trenes, automóviles y aviones sería, además, el más rápido, económico y menos contaminante gracias a su principio de funcionamiento, basado en la levitación de unas cápsulas que se desplazarían por el interior de tubos estancos. Utilizando un sistema de impulsión eléctrica, el encargado de la levitación de las cápsulas es un colchón de aire que elimina el contacto de la misma con el tubo. Con ello, la única resistencia existente en el interior del túnel sería la propia fricción que origina el contacto con el aire atrapado en su interior.
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Para acelerar y desacelerar, las cápsulas utilizarían motores eléctricos, imanes y compresores. Concretamente, la impulsión principal se consigue mediante motores de inducción lineales externos que dan un empujón a la cápsula cada pocos kilómetros al reaccionar con los imanes situados en la base de la misma. Pero claro, esto también conlleva algunas desventajas como el elevado consumo de potencia del sistema (21 MW). Sin embargo, Elon Musk tiene soluciones para todo y nos propone un sistema de captación solar fotovoltaica a lo largo de toda la infraestructura que proporcionaría 57 MW de potencia máxima.
Aunque los costes iniciales hablaban de un total de 6.000 millones de dólares (más económico que el tren supersónico anunciado hace un tiempo), ante lo cual se propuso generar un sistema de trabajo colaborativo al estilo del sistema operativo Linux, lo cierto es que a los inversores no parece haberles preocupado en exceso el dato y este proyecto cada día está más cerca de hacerse realidad.
De hecho, hace unos meses comenzó la fase de diseño a cargo de la empresa estadounidense Argo Design, quien presentó el primer concepto de las cápsulas desmontables cuyos primeros prototipos funcionales estarían listos de cara a 2017. Estas cápsulas han evolucionado y son algo más grandes que las planeadas por Musk, ya que permitirían transportar no solo a personas, sino también automóviles y contenedores de carga.
Para el desarrollo y explotación del proyecto, nace recientemente Hyperloop Transportation Technologies (HTT), una empresa creada única y exclusivamente para tal fin que ya cuenta con la solvencia económica y el margen de maniobra necesarios para acometer todo el despliegue tecnológico a largo plazo. Es más, el primer tramo experimental está previsto que se instale en Quay Valley (California) en 2017, con un tramo inicial de 8 kilómetros que abrirá al público en 2018.
Si queréis algo más de información, en la página web oficial de Hyperloop os lo cuentan todo con pelos y señales. Nosotros, por el momento, os dejamos con la completa galería de imágenes que facilitó Argo Design.
Q pasada
Eso marea fijo