Si acostumbráis a circular por zonas rurales en la Península, probablemente alguna vez os hayáis cruzado con uno de los enormes camiones de bomberos de los cuerpos forestales. Son vehículos tremendamente imponentes y es inevitable girar la cabeza a su paso, pues incluso el mayor de los todoterrenos del mercado se siente ridículo a su lado.
Pero si hay algo todavía más impactante que cruzártelos por la carretera, eso es verlos hacer el cabra campo a través, sobre todo cuando vives la experiencia desde la cabina de uno de ellos con un piloto profesional a los mandos…
La semana pasada tuve la oportunidad de compartir con Renault Trucks y diversos cuerpos de bomberos una jornada de lo más particular e intensa. Se trataba del I Campeonato de Vehículos de Bomberos Forestales ‘Off Road Challenge by Renault Trucks’, un concurso que tenía como objetivo valorar la destreza en la conducción en terrenos complicados con distintos obstáculos a solventar.
Para ello, Renault Trucks reunió en Plasencia a los cuerpos de bomberos más importantes de España, poniendo en valor la importante labor que realizan y mostrando las técnicas off road que pueden optimizar este tipo de conducción en terrenos con dificultades. Para ello, los participantes recibieron una formación específica como preparación de cara a la estación estival, en la que el riesgo de incendios se incrementa de manera significativa.
Junto a los bomberos y, como grandes protagonistas, estaban los camiones de Renault, cuya gama específica cumple la normativa UNE-EN 1846-2 (para vehículos contra incendios y de servicios auxiliares) y cuenta con opciones para todos los gustos, como podéis ver en la tabla superior. Al fin y al cabo, en España las necesidades de cada brigada forestal o cuerpo de bomberos son muy distintas y hay que adaptar los vehículos a las mismas.
Aunque ahora os hablaré con más detalle de los modelos que había disponibles durante el evento, quiero centrarme en contaros algunas de las curiosidades de estos camiones que más llamaron mi atención. Como veréis en las imágenes, algunos de los obstáculos que superan estos vehículos no están hechos para todos los públicos, y resultan todavía más sorprendentes cuando les ponemos cifras.
Lo primero que hay que destacar son sus cotas todoterreno, pues hablamos de un ángulo de ataque de 36º, un ángulo de salida de 37º y un ángulo ventral de 34º, así como una capacidad ascensional del 100% y una inclinación lateral de 30º. Además, son capaces de superar una profundidad máxima de vadeo de 700 mm, con una altura de la “ola” adicional máxima de 100 mm.
Dicho esto, es preciso señalar que estos datos solo son los habituales, ya que vehículos específicos como el de la Unidad Militar de Emergencias (UME) van un paso más allá y son capaces de alcanzar una capacidad de vadeo de hasta 1.100 milímetros. Adicionalmente, incluyen elementos exteriores ignífugos, ruedas refrigeradas para adentrarse en el incendio y un tanque de agua de hasta 3.800 litros.
Y ahora que ya conocéis los datos, es el momento de hablar de las pruebas a las que tuvieron que enfrentarse los diversos cuerpos de bomberos, entre los que no faltaron Bombers de Barcelona, Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, Diputación de Álava, Gobierno de Aragón, GEACAM (Gestión Ambiental de Castilla La Mancha), UME y Junta de Extremadura, Diputación de Cáceres:
- Cruce de puentes, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas) y el bloqueo longitudinal. Penalizaba calar el vehículo y no acompañar el giro natural del camión.
- Bajada-ascenso-zanja, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas) y el bloqueo longitudinal. Penalizaba calar el vehículo, no seleccionar bien las marchas y utilizar el freno de pie.
- Doble rampa, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas) y el bloqueo longitudinal. Penalizaba calar el vehículo y no acompañar el giro natural del camión.
- Salida intervención en pista rápida, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas) y el bloqueo longitudinal. Penalizaba hacer más de un intento, acelerar durante el patinaje de las ruedas y usar el freno de pie.
- Zona piedras sueltas, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas), el bloqueo longitudinal y avanzar al ralentí. Penalizaban las aceleraciones bruscas y no buscar la máxima adherencia.
- Rampa doble con inclinación lateral, que requería la activación de la tortuga (marchas cortas) y el bloqueo longitudinal. Penalizaba calar el vehículo, utilizar de forma incorrecta el cambio de marchas y utilizar el freno de pie.
- Slalom, que requería usar el freno motor y penalizaba pisar el freno.
Seguramente os estaréis preguntando quién fue el ganador, pero os sorprenderá saber que el alto nivel de destreza conseguido en las pruebas culminó en un empate de ganadores, lo que otorgó la primera posición a cinco participantes: Albert de Llaza, Jean Pierre Marín Fonseca, Pablo Rojas, Angel Berrocal y Juan Ignacio Martín Abad. La segunda posición fue para Félix Rodríguez de la UME; y el tercer puesto para Juan José Iglesias, de la Junta de Extremadura.
Ya por último y, para aquellos que tengáis más curiosidad acerca de los modelos de camión concretos que aparecen en las imágenes, os daré unas cuantas pinceladas de cada uno de ellos.
Bomba Rural pesada de Geacam
Se trata de un Midlum 280.14 4×4 CCR Euro IV carrozado por Incipresa. En este caso, para ser carrozado como BRP, se personalizó eliminando la predisposición para montaje de ERA`S (equipo de respiración autónoma) en la banqueta trasera de 4 plazas para montar un respaldo convencional, ya que esta brigada forestal no lo necesita porque no utiliza este equipamiento para su servicio. Este modelo (categoría 2 / rural), hasta esta operación, siempre se suministraba con rueda gemela atrás, pero gracias a este y otros suministros en España, ya podemos ver el modelo CCR con rueda sencilla.
Bomba Forestal Pesada de Bomberos de Comunidad de Madrid
Se trata de un Renault Trucks D 2.1 280.14 4×4 CCF carrozado por Iturri. El modelo estándar (categoría 3/ forestal) se personalizó homologando una tercera plaza trasera, ya que las dotaciones de este cuerpo son de 5 bomberos por camión, no de 4 -como viene en el modelo estándar-. Este modelo, además, al cumplir la normativa XPS 61-518, viene de fábrica con una protección ignífuga en el cableado vital, arco interno anticolapso homologado conforme a la normativa mencionada y protecciones metálicas en elementos que pueden producir una inmovilización en una intervención.
Bomba Forestal pesada de Junta de Extremadura
Se trata de un Renault Trucks D 2.1 280.14 4×4 CCF, en este caso cabina sencilla y carrozado por Incipresa. Esta operación es de las primeras realizadas desde la homologación del CCF en cabina sencilla, modelo que no se comercializa en Francia -ya que allí las dotaciones son siempre de 4 bomberos- y que, en cambio, en España es muy demandado. De hecho, en apenas 2 años ya han adquirido unidades de esta tipología las brigadas forestales de Junta de Castilla León, Ibanat, Bomberos de Diputación de Álaba o la propia Junta de Extremadura.
Vehículo Multipropósito medio de la UME
Se trata de un Renault Trucks K430.18 4×4 crew cab XL carrozado por Rosenbauer. Este es uno de los ejemplos de adaptación más extrema, realizada para satisfacer las necesidades de un cliente. Un solo chasis con necesidad de compatibilizar tres aplicaciones muy distintas: carga general, vialidad invernal y servicio contra incendios forestal.
Gracias al falso bastidor “torsión free” de Industrias Zamarbu, que monta esta multitarea, es posible la multifunción con tiempos de intercambio de carrocería operativos y sin perder aptitudes todoterreno. Un vehículo muy distinto a sus compañeros de gama, pero con todos sus elementos comunes: cumplimiento norma 1846 & NFS 61517 (por lo que incorpora arco interno anticolapso de origen) y resto de equipamientos para el servicio de emergencia anteriormente comentado.