Sin duda alguna, 2022 ha sido un gran año para los entusiastas de BMW. El 50 aniversario de BMW M nos ha dejado joyas tan espectaculares como el BMW M3 Touring, el BMW M4 CSL, el nuevo BMW M2 Coupé y, ahora, el esperadísimo BMW 3.0 CSL. Coge un babero, que te va a hacer falta, porque esta edición limitada a 50 unidades es cuanto menos especial.
El BMW 3.0 CSL es el plato fuerte del aniversario de BMW M y supone renacimiento de un ícono: el 3.0 CSL. Rindiendo homenaje al Coupe Sport Lightweight de la década de 1970, el E9 moderno se promociona como el «modelo especial más exclusivo» en la historia de M. Y no os vamos a engañar, no nos cabe ninguna duda de que lo es.
Un diseño único para el BMW 3.0 CSL
A nivel estético, la distintiva parrilla en forma de riñón se asemeja a la del concepto 3.0 CSL Hommage de 2015. Sin embargo, luce una inserción en forma de celosía en una estructura de diamante. El marco de la parrilla cuenta con un acabado de aluminio satinado que también encontramos en los marcos de las ventanas laterales.
Por su parte, los grandes huecos en el faldón delantero se remontan al 3.0 CSL original. Cumplen un papel funcional a la hora de enfriar el motor y los frenos. Las aletas de aire montadas en el capó también son un guiño al modelo de la década de 1970. Los faros láser son del M4 CSL y vienen con los mismos detalles en amarillo como tributo a los automóviles de carreras de antaño.
EL BMW 3.0 CSL está pintado en Alpine White Uni con los tradicionales gráficos M.
En la vista lateral se ve tremendamente musculoso. Esto se ha conseguido gracias a guardabarros abultados y llantas forjadas con bloqueo central. Tienen un tamaño de 20 pulgadas en la parte delantera y 21 pulgadas en la parte trasera. Presumen de un diseño de radios en Y con acabado dorado y están calzadas con gomas Michelin a medida con un «50» grabado.
La conexión más obvia con el modelo clásico está en la zaga. Allí BMW M ha instalado un tremendo alerón al más puro estilo del icónico Batimóvil. Con un logotipo M Power de estilo retro, el alerón es tan ancho como el 3.0 CSL. Rematan los costados cerrados, al igual que el original hace 50 años. Se complementa con un alerón montado en el techo similar al del E9.
Pura competición en el interior del BMW 3.0 CSL
En el interior destacan el uso de carbono y otras medidas de construcción ligera. No hay asientos traseros, solo dos compartimentos para guardar el casco. El conductor y el acompañante se sientan en los asientos M de fibra de carbono. Curiosamente, la altura e inclinación solo pueden ajustarse mediante una conexión de tornillo de tres etapas en un taller.
Además, los asientos integrales M de fibra de carbono ofrecen inserciones extraíbles en los reposacabezas. Las superficies de los asientos en Alcántara negro y los cinturones de seguridad M se combinan con un volante en Alcántara M, un revestimiento del techo en antracita, Alcántara negro y superficies de carbono mate. Hay costuras de contraste y otros detalles en blanco.
El pomo de la palanca de cambios es de color blanco. Simboliza la forma clásica de interacción entre el conductor y el vehículo al cambiar de marcha. No faltan el botón rojo de arranque/parada y los botones M igualmente rojos en el volante. Las molduras interiores presentan una numeración secuencial para cada una de las 50 unidades disponibles.
En las entrañas del 3.0 CSL
El nuevo BMW 3.0 CSL recurre al motor de seis cilindros en línea más potente jamás instalado por los bávaros. El motor biturbo de 3.0 litros tiene una potencia nominal de 560 CV (412 kW) y 550 Nm de par motor. Sí, curiosamente son 100 Nm menos en comparación con el M4 Competition y el M4 CSL, probablemente a causa de la caja manual de seis relaciones.
La relación peso-potencia del BMW 3.0 CSL es de sólo 2,9 kilogramos por CV. La transmisión manual envía toda la potencia a las ruedas traseras, donde BMW ha instalado un diferencial M. De serie no faltan la suspensión M adaptativa enfocada en la pista con amortiguadores controlados electrónicamente y los frenos carbocerámicos, entre otras muchas chucherías.