El Bugatti La Voiture Noire fue durante un tiempo el coche más caro del mundo, con un precio de 11 millones de euros, y hoy la firma gala nos presenta la versión definitiva del modelo, que será entregada próximamente a su afortunado propietario. Esta reinterpretación del clásico Type 57 SC Atlantic es algo más que un simple Chirón remasterizado.
Si bien está basado en el Chirón, este superdeportivo está llamado a convertirse, en palabras del propio Stephan Winkelmann, en «el mejor GT del mundo» gracias a una carrocería personalizada hasta niveles insospechados. Destaca el aspecto negro para los paneles de fibra de carbono, hechos a mano.
Los paragolpes, perfectamente integrados en el conjunto, se combinan con una superficie acristalada que simula la pantalla de un casco. De esta forma, el parabrisas parece fluir hacia las ventanas laterales. El Bugatti La Voiture Noire tardó dos años en desarrollarse y se han invertido unas 65.000 horas de ingeniería para finalizar esta creación única.
La distancia entre los ejes ha aumentado en 250 milímetros en comparación con un Chiron y la longitud total ha aumentado en 450 mm. Los faros cuentan con más de 25 elementos fresados individualmente y la rejilla frontal ha sido impresa en 3D, mientras que la tira de luz LED de la zaga cuenta con un marco de una sola pieza.
Desde Bugatti no han querido mostrar el interior del modelo, pero sabemos que luce una tapicería de cuero granulado con acabado en Havana Brown. Las incrustaciones de aluminio pulido y torneado adornan la consola central y los paneles de las puertas, mientras que un interruptor de palisandro permite al propietario elegir entre diferentes modos de conducción.
Misma receta para el corazón del Bugatti La Voiture Noire
No hay sorpresas en el compartimiento del motor, ya que toda la potencia procede del conocido bloque W16 de 8.0 litros del fabricante. Es el mismo que encontramos en los Bugatti Chiron y Divo, con una cifra de potencia de 1.500 CV (1.103 kW) y 1.600 Nm de par máximo.
En esta ocasión los gases se evacúan por nada menos que seis salidas de escape localizadas en la zaga que se han mantenido para la versión de producción. Al parecer, los rumores señalan que su comprador no es otro que el ex presidente del Grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch.