Llevamos años leyendo noticias acerca de que los coches voladores serán el futuro, pero todo apunta a que se trata de una realidad todavía muy lejana -si es que algún día llegan a generalizarse- tanto en materia legal como de infraestructuras, algo similar a lo que pasa en la actualidad con los vehículos autónomos.
Sin embargo, muchas compañías, grandes y pequeñas, siguen destinando su tecnología, conocimientos y grandes cantidades de capital al desarrollo de los coches voladores, como es el caso de Airspeeder, quien nos acaba de presentar su nuevo modelo Mk3. Curiosamente, su enfoque no es precisamente la movilidad urbana…
El Airspeeder Mk3 2021, que parece un cruce entre un dron y uno de los aviones acrobáticos de Red Bull, es un coche volador eléctrico de competición que presume de resultar pequeño, elegante y maniobrable. Su diseño muestra un total de ocho hélices, dos en cada esquina, y despega y aterriza en vertical, lo que facilita las maniobras.
Se ha fabricado con un empleo masivo de fibra de carbono para el chasis, el fuselaje y la carrocería monocasco. En sus entrañas podemos encontrar un tren motriz de 96 kWh, lo que representa una mejora significativa respecto al Mk2 al aumentar la potencia en un 95% con solo un aumento del 50% en el peso.
La cifra total sobre la báscula es de apenas 100 kilogramos y es capaz de volar a velocidades superiores a los 120 kilómetros por hora. Destinado a una serie de carreras de coches voladores eléctricos sin tripulante que la firma pretende lanzar este año a nivel internacional, el Airspeeder Mk3 también incluye una avanzada tecnología en materia de seguridad.
Equipa múltiples sistemas de prevención de colisiones a través de radares y sensores LiDar. Por otra parte, un sistema de reemplazo de la batería permitirá paradas rápidas en boxes. La serie inicial comenzará a finales de este año con 10 naves no tripuladas entregadas a los equipos, resultando el precursor de un proyecto aún mayor para 2022.