El Audi Grandsphere Concept ya es una realidad. El segundo de los tres prototipos de la firma de los cuatro aros llega con una carrocería de grandes dimensiones y nos da algunas pistas de la que será la nueva generación del Audi A8, prevista para 2024. Frente al roadster expansible Skysphere, el Grandsphere es un gran salón de lujo.
Gracias a su carrocería de 5,35 metros de largo, 2 metros de ancho y 1,39 metros de alto, el diseño se describe como un «monolito dinámico«. La distancia entre ejes es más larga que la del Audi A8 actual, pero la silueta es más parecida a la de un Audi A7 Sportback, con un diseño de tipo fastback que termina en una zaga similar a la cola de un barco.
En el frontal destaca la parrilla, un hexágono de un solo marco que se ilumina desde arriba. Los delgados faros forman una nueva firma lumínica, con la particularidad de que el área iluminada es ajustable. Gracias a ello se pueden usar como faros delanteros, luces de conducción diurna o intermitentes.
Las puertas se abren al estilo suicida, como en un Rolls-Royce, y no hay pilar B con el que lidiar. Al igual que el concepto Skysphere, el Grandsphere luce unas enormes llantas de 23 pulgadas que, en este caso, se dice que son una reminiscencia al concepto Audi Avus de los años 90.
El Audi Grandsphere Concept es un salón rodante
A nadie le sorprenderá ver un prototipo lleno de pantallas en su interior hoy en día. Lo curioso es que el Grandsphere no recurre exactamente a pantallas, sino a proyecciones innovadoras. La superficie de madera bajo el parabrisas se usa como un lienzo, pudiéndose aprovechar todo el ancho de la cabina para proyectar información.
Audi dice que esta pantalla es de alta resolución y permite su legibilidad con precisión. Las proyecciones también se pueden utilizar como pantallas CinamaScope para consumo de contenido o para llevar a cabo videoconferencias, pues no olvidemos que la conducción autónoma de Nivel 4 es otra de las grandes protagonistas.
Situado en el revestimiento interior de la puerta se encuentra un elemento de control muy innovador: el MMI touchless response. Si el conductor está activo al volante y en posición adelantada, puede utilizarlo para seleccionar de forma háptica varios menús de funciones a través de un mando giratorio y distintos botones, y hacer clic en los diferentes niveles; una operación sencilla e intuitiva.
Durante el modo de conducción autónoma, se utiliza una combinación de un sistema de seguimiento ocular con control gestual. Un sensor dirigido al ojo detecta la línea de visión cuando hay que activar la unidad de control; el pasajero sólo tiene que hacer movimientos análogos con la mano que se asemejan al funcionamiento háptico, y puede manejar el sistema de la misma forma, sin necesidad de tocar nada.
Con el respaldo inclinado 40 grados, los pasajeros pueden relajarse y utilizar el sistema de infotainment. Si el respaldo se reclina hasta 60 grados, se consigue una posición de descanso perfecta. Al mismo tiempo, el reposacabezas permite una regulación en inclinación de 15 grados hacia delante. Entre los asientos delanteros hay una nevera compacta con dos vasos y una elegante botella.
Nivel 4 de conducción autónoma
Audi está trabajando con CARIAD, la nueva división de software del Grupo Volkswagen, para introducir esta tecnología en la segunda mitad de la década. En el nivel 4 de conducción automatizada el tradicional habitáculo orientado al conductor se transforma en un amplio salón en cuanto se ocultan el volante y los pedales.
Al mismo tiempo se abren nuevos niveles de libertad para todos los pasajeros. En este modo el Audi Grandsphere no sólo libera al conductor de las tareas de conducción siempre que sea posible, sino que, además, ofrece a todos los que van a bordo un amplio abanico de opciones para disfrutar de esa libertad a través de experiencias individualmente variables.
El volante y los pedales están ocultos a la vista cuando el Grandsphere está en modo autónomo, transformando la cabina en una experiencia de salón. Pero incluso antes, el Audi Grandsphere reconoce a los pasajeros mediante un innovador sistema de identificación, abre las puertas y les da la bienvenida con pantallas y luz ambiental individualizadas.
La posición del conductor y del acompañante se detecta automáticamente, al tiempo que se adopta el ajuste de una serie de características de confort personal para cada uno de ellos, como la climatización y los asientos. De manera automática, el sistema de infotainment accede a los servicios que los ocupantes han utilizado más recientemente y los pone de nuevo en funcionamiento.
Hasta 710 CV eléctricos para el Audi Grandsphere Concept
Desarrollado sobre la Plataforma Eléctrica Premium (PPE) del Grupo, el Grandsphere funciona con dos motores eléctricos, uno para cada eje, por lo que tiene tracción total. La potencia combinada es de 720 CV (530 kW) y 960 Nm de par máximo, pudiendo alcanzar los 100 km/h desde parado en poco más de cuatro segundos.
La batería de iones de litio tiene una capacidad de 120 kWh y se puede recargar a potencias de hasta 270 kW en estaciones de carga rápida gracias a la tecnología de carga de 800 voltios compartida con el Audi e-tron GT. En otras palabras, puede pasar del 5 al 80 por ciento en tan solo 25 minutos. La autonomía ronda los 750 kilómetros.
El Audi Grandsphere Concept también dispone de suspensión activa. El sistema de alta tecnología puede subir o bajar cada rueda por separado en milisegundos mediante actuadores electromecánicos. Como en el Audi A8, va leyendo la carretera, lo que le permite controlar de forma activa el estado del chasis en cada situación de conducción.
Gracias a la cámara frontal, que reconoce los desniveles del pavimento, los ajustes se producen de forma predictiva. Los datos topográficos del sistema de navegación también se utilizan para integrar en la proyección del sistema los radios de giro de las curvas, las pendientes y las posibles inclinaciones. Tampoco falta el eje trasero direccional.